Pareja

Mejora para parejas: Adivina, adivinador

adivina adivinador

 

Publicado por: Merlina Meiler

¿Tu pareja te defrauda a menudo? Es muy probable que se deba a las presuposiciones.

 

Mucha gente tiene la costumbre de imaginar que su pareja sabe exactamente qué precisa o qué quiere, en todo momento. Aquí entran en juego las presuposiciones: son aquello que se da por sentado o supuesto. Por ejemplo, estoy en cama y me enojo porque mi novio no me vino a ver o mi marido me llamó una sola vez en todo el día. Eso es presuponer que la otra persona sabe exactamente qué precisamos, y nuestras parejas, ¡no son adivinos!

 

Esto genera que ellos (o ellas) se sientan exigidos, sin saber muy bien a qué atenerse o qué nos puede contentar. Y también provoca nuestro malestar constante, que parezcamos inconformistas, ya que “nada nos cae bien”.

¿Cómo solucionarlo? 

No consideres a tu pareja un adivino: si deseas algo en especial, díselo. Habla, comunícate de la mejor manera posible. Quedarse sentado esperando que el otro reaccione como queremos es muy contraproducente: nos provocará fastidio y sentiremos que siempre nos falta algo, sin importar todo lo que la otra persona sí haga o cuánto se esfuerce en hacernos felices.

Fíjate bien cómo es tu pareja, y no le pidas peras al olmo (si es alguien poco afecto a los regalos, no te sientas mal porque no los hace con frecuencia; cerca de las fechas importantes, sugiérele lo que desearías recibir).

Desde una posición relajada, observa todo lo que la otra persona hace por ti y aún no valoras en su justa medida: esto está relacionado con su escala de valores, con su manera de expresarse, con sus gustos y preferencias, que pueden ser diferentes a los tuyos.

Lo importante es tener en claro todo lo que los une y el sentimiento que comparten, para que la pareja florezca más allá de las individualidades de cada uno.

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