Escrito por: Merlina Meiler
He recibido muchas consultas de personas en pareja que pasan largos períodos sin tener relaciones sexuales (meses y hasta años). Obviamente, si realizan una consulta, es porque de alguna manera les molesta esta situación. Lo que suelo comentar en estos casos es lo siguiente:
Hay períodos en los que, por alguna razón en particular, uno de los dos miembros de la pareja no tiene deseos de estar con el otro (duelo, pérdida del trabajo, etc.) No hay un tiempo estándar para que quien padece de esta falta de interés sexual vuelva a la normalidad que tenían antes del hecho que desencadenó esta conducta; sin embargo, si se percibe como demasiado extenso, es necesario conversar sobre esto y buscar ayuda profesional.
Tal vez des por sentado que, como con el tiempo fueron adquiriendo esta modalidad, quien comparte tus días está conforme y de acuerdo. En ciertas oportunidades esto puede ser así, en otras, tal vez se sienta rechazado o excluido y se está gestando un caldo de cultivo hacia conflictos, malestares profundos e, incluso, infidelidades.
Con el nacimiento de los hijos, muchas mujeres pueden llegar a sentirse de alguna manera desconectadas con el deseo sexual, disconformes con el cuerpo (si quedaron kilos de más, por ejemplo) o es tanta la dedicación al recién nacido que la pareja pasa a un segundo término en todos los planos, incluido el sexual. En este caso, apelo a la inteligencia de las mujeres para incluir al tercer participante de la familia, el hombre, en todos los ámbitos: acercarlo al bebé y también, ponerse como meta recrear la intimidad. Buscar algún espacio para los dos, en soledad. En un principio difícilmente sea como antes, el cansancio, el poco sueño y la lactancia pueden atentar contra ello; no obstante, alguna clase de contacto es mucho mejor y más integrador que ningún contacto.
Si experimentas falta de deseo sexual por tu pareja estable, pregúntate lo siguiente:
- ¿Te has enfriado por alguna razón en especial? ¿Hubo un hecho desencadenante?
- ¿Uno de los dos está usando esta desatención como represalia por asuntos de la pareja que le molestan? (por ejemplo, malos tratos, desvalorización, agresión, infidelidad descubierta, etc.). De ser así, lo más adecuado es sincerarse, dejar salir lo que realmente se oculta detrás de este comportamiento y llegar a acuerdos para poder volver a funcionar como pareja en todos los ámbitos.
- ¿Hablas del tema con tu pareja? ¿Están los dos de acuerdo en la asiduidad de los encuentros? ¿Pueden llegar a un lugar común en este punto, cediendo los dos en partes más o menos iguales?
- ¿Te has cansado de ser siempre quien inicia la relación y, al dejar de buscar a la otra persona, se terminaron los encuentros? ¿Vives con tranquilidad así? Nuevamente, esto es una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento (o que tal vez estalle, disfrazada, en otros ámbitos).
Este es un asunto demasiado importante en las parejas como para dejarlo pasar o simular que está todo bien…
¿Qué harías si perdieras el deseo sexual por tu pareja?
