Guía para dar y recibir retroalimentación
A
l seguir los pasos detallados en esta guía, podrás lograr conversaciones que te lleven a soluciones y no a más problemas en tus relaciones personales, laborales o familiares.¿Qué es retroalimentación?
La también conocida como re-alimentación o feedback es, en una organización, en una familia, entre amigos o en una relación de pareja, el proceso de compartir observaciones, preocupaciones y sugerencias, con la intención de recabar información, de manera individual o colectiva, para mejorar o modificar diversos aspectos del funcionamiento en ciertas áreas.
La retroalimentación no es una conversación común y corriente, ya que requiere de ciertas condiciones que son indispensables para que llegues a un buen resultado.
La realimentación tiene que ser bidireccional de modo que la mejora continua sea posible, en el escalafón jerárquico, de arriba para abajo (por ejemplo de padres a hijos) y de abajo para arriba (por ejemplo de un empleado hacia su jefe).
Para llevar a cabo el proceso en tu organización, sigue las siguientes recomendaciones:
1. Necesitas CREAR UN AMBIENTE donde el pedir, dar y recibir retroalimentación sea aceptable y benéfico, no puedes hacerlo sin antes haber creado la atmósfera adecuada, por ejemplo, comentarle a una amiga con quien tuviste un problema, que quieres hablar tranquilamente con ella sobre un aspecto de su amistad.
2. Aclárate a ti misma LA RAZÓN PARA DAR RETROALIMENTACIÓN. Pregúntate porqué estás dando esta retroalimentación para asegurarte que ésta beneficiará a la persona que la reciba. En el caso de tu amiga con quien tuviste una dificultad, asegúrate que lo que le vas a decir sea con el fin de que la relación mejore.
3. Determina el MOMENTO MÁS ADECUADO para dar retroalimentación. No todos los momentos son buenos, asegúrate que tú te encuentras tranquila (si estás enojada, ansiosa, si estás de prisa o tuviste un mal día, quizá los resultados no sean los mejores). Asegúrate que la persona con quien vas a hablar se encuentra en un buen momento también.
4. PLANEA lo que vas a decir. Cubre todos los puntos que creas que pueden ayudar a la relación y descarta aquellos que no son necesarios o que pese a ser molestos, no pueden ser cambiados.
5. Da la retroalimentación EN PRIVADO. Cuando sea una retroalimentación positiva hazla en público, y cuando sea negativa hazla en privado.
6. Inicia con la retroalimentación POSITIVA. Todos tenemos aspectos positivos en nosotros mismos; pero si crees que alguien no tiene ninguno, pues entonces no hay necesidad de la retroalimentación, ya que ésta sólo sirve si tú logras ver a la persona en su totalidad, y no sólo las cosas que no te gustan de ella.
7. LIMITA LA RETROALIMENTACIÓN NEGATIVA a aquellos comportamientos que creas que la persona PUEDE Y QUIERE CAMBIAR. Hay aspectos que no pueden ser modificados, ya sea porque están fuera del alcance de la persona, o porque a ella no le interesa cambiarlos; en cualquiera de los dos casos evita dar retroalimentación sobre esos puntos ya que no surtirá efecto alguno.
8. DESCRIBE el comportamiento en vez de hacer juicios. Por ejemplo, en vez de decir: “Eres muy rutinario” puedes decir: “El viernes no quisiste ir a esa reunión en casa de nuestros amigos”
9. DA EJEMPLOS y sé específico para que quien recibe la información pueda intentarlo de una forma más completa. Por ejemplo, en vez de decir “no tienes iniciativa” puedes optar por decir: “me gustaría que saliéramos cada 15 días al menos y que hiciéramos otras actividades juntos más allá de quedarnos en casa, como ir al teatro o a bailar”
10. Cuando seas la persona que reciba la retroalimentación deberás:
- MIRAR a la persona que te está dando retroalimentación.
- PEDIR datos específicos y ejemplos si no te queda claro.
- REPETIR lo escuchado para asegurarte que entendiste la retroalimentación.
Si sigues estos pasos para tratar de modificar un comportamiento que causa conflictos, es muy probable que logres relaciones más saludables y que disminuyan las discusiones que no llevan más que a otros problemas. Recuerda, es algo que tienes que practicar para que logres dominarlo.
Guía para dar y recibir retroalimentación
Escrito por Edgar Rodríguez Sánchez
Psicólogo
edgar@orientame.com.mx