No me gusta cómo me ve. Me molesta cómo me habla. Quisiera que no se me acercara tanto. ¿Por qué no me deja en paz? Conoce qué puedes hacer para ponerle un alto a tu colega para que no se pase de listo.
Desafortunadamente, esta historia es muy común en los lugares de trabajo. Las mujeres seguimos padeciendo el acoso sexual y laboral por parte de los hombres. Si percibes alguna de las siguientes conductas por parte de un colega de trabajo, es momento de pararlo en seco
- Observaciones sugerentes, bromas, o comentarios sobre tu apariencia o sexualidad.
- Llamadas telefónicas, cartas o mensajes de correo electrónico de carácter ofensivo, de contenido sexual.
- Contacto físico deliberado y no solicitado, o un acercamiento físico excesivo o innecesario.
- Invitaciones persistentes para salir o ir a algún lugar (bar, restaurante, hotel, etc.), aunque se haya dejado claro que resultan no deseadas e inoportunas.
- Invitaciones sobre amenaza, impúdicas o comprometedoras y peticiones de favores sexuales, asociados o no a una mejora de las condiciones de trabajo.
Si has hablado hasta el cansancio con la persona y sigue sin entender, puedes recurrir a otras medidas.
Habla con otros colegas de trabajo para que te apoyen y lo mantengan lejos de ti. Lo más adecuado es hablar con tus superiores para que lo cambien de lugar o le llamen la atención. Tal vez a ellos sí les haga caso. Puedes pedir un cambio de oficina o de puesto.
Otra alternativa es presentar una queja ante tu empresa o las autoridades laborales. En el peor de los casos, tienes el derecho a demandar a esta persona para que te deje en paz.
Huir del problema cambiándote de trabajo es una opción, pero debes considerarla sólo tras haber agotado todas las alternativas. No puedes permitir que esa persona afecte tu vida laboral y trunque tu carrera.
Fuente: Sexo y Salud
