Medir los resultados equivale a poner atención en los detalles; si al elaborar un pastel, pongo esmerada atención durante el proceso de elaboración me obligaré a: pesar correctamente cada uno de los ingredientes, mezclar los ingredientes paso a paso, dejar reposar el pan una vez horneado etc. Cada uno de estos pasos bien ejecutados me conducirá a tener éxito en la elaboración de mi pastel.
Lo mismo sucede en los procesos clave de las organizaciones, el rol de todo empresario, de un verdadero dueño de negocio es; medir los resultados que se obtienen en cada uno de los procesos, operativos de su organización, sin embargo, el rol que desempeñan realmente es el de gestores de la operatividad del día a día .
Debemos medir los resultados de nuestro negocio por los menos en las siguientes funciones:
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Objetivos operacionales
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Estándares de desempeño
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Satisfacción del cliente
Lo medible es controlable: sin mediciones una organización no puede saber si sus procesos están operando con eficiencia y eficacia.
La identificación de los procesos y la preparación de mapas de las funciones involucradas es la clave para incrementar la eficiencia por lo regular los empresarios miden estos procesos como “a ver si le atino”, sin embargo cuando nos damos el tiempo para construir mapas de los detalles de un proceso, los resultados suelen ser sorpresivamente halagüeños. Pero ¿por qué medir los procesos? Los procesos simplemente surgen de manera incontrolable y en todas direcciones debido, precisamente a la operatividad del día a día, y esto deriva en un monstruo con cabeza de hidra, al construir un mapa de cada uno de nuestros procesos, creamos una grafica de flujo de principio a fin, en cada intervalo de la gráfica tenemos un registro o control de lo que va sucediendo durante el proceso. Esta medición es la clave del éxito que tengamos al final de ese proceso en específico.
Qué se logra con la medición:
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Entregas oportunas
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Eficiencia y estimulo del personal
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Valor agregado
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Disminución de redundancia y complejidad.
“La calidad te desarrolla el orgullo”
Cecilia Ramos Riveros
Midiendo el éxito vs. “Ave María dame puntería”