Pareja

No puedo dejar de pensar

problema2Cambia al protagonista de tus pensamientos, alegra tu vida

Las mujeres tendemos a pensar demasiado, me dijo una amiga mientras me quejaba y me quejaba de algo que ya no recuerdo. Más ahora que tenemos tanta independencia. Y tantos quehaceres. No es tan malo tener variedad de pensamientos. Lo malo es que la mayoría de nuestros pensamientos se centran en una misma.

 

¿Qué le voy a decir? ¿Para qué querrá hablar conmigo? Estoy harta de él. No me gusta como me veo. No he podido quitarme los kilos extras desde que me embaracé la primera vez. Estamos pues invadidas de pensamientos donde el personaje principal somos nosotras mismas.
Estos pensamientos tienden a hacernos sentir lástima por nosotras mismas. O nos generan ansiedad pues nos preocupamos. O bajamos la autoestima por lo mal que nos vemos en el espejo, o andamos distraídas perdiendo las llaves por todos lados de tanto darle vueltas a las cosas. Nos sentimos mal. Miserables. Nos compadecemos de nosotras mismas. Soy un desastre. Y de pobre de mi en pobre de mi vamos agotando toda nuestra autoestima.

Una manera de oxigenar el pensamiento es haciendo ejercicio, agotarse físicamente. ¿Pero cómo hacerlo si estamos concentradas en el dolor o el esfuerzo que ello puede implicar? Una manera de dejar atrás los pensamientos egocéntricos es ayudando a otras personas. Al darnos cuenta que hay muchas mujeres en situaciones verdaderamente miserables, y al ayudarlas, comenzamos a dejar de lado a nuestro yo. Dejamos de pensar en nuestras “miserias”. Y comenzamos a ver lo mucho por qué estar agradecidas.

Es duro, pero es real. Al ver y hacer algo por los demás comenzamos a quitar el foco en nosotras mismas – ese foco criticón y paralizante-. Cambia tu manera de ver las cosas ayudando a los demás. Un nuevo sentido te proporciona un nuevo balance. Posibilidades hay muchas. Desde un consejo, hasta un poco de tu tiempo. Al pensar y actuar por los demás, los pequeños sacrificios te serán recompensados con mayor bienestar físico y emocional.

Una manera de oxigenar el pensamiento es haciendo ejercicio, agotarse físicamente. ¿Pero cómo hacerlo si estamos concentradas en el dolor o el esfuerzo que ello puede implicar? Una manera de dejar atrás los pensamientos egocéntricos es ayudando a otras personas. Al darnos cuenta que hay muchas mujeres en situaciones verdaderamente miserables, y al ayudarlas, comenzamos a dejar de lado a nuestro yo. Dejamos de pensar en nuestras “miserias”. Y comenzamos a ver lo mucho por qué estar agradecidas.

Balance

Es duro, pero es real. Al ver y hacer algo por los demás comenzamos a quitar el foco en nosotras mismas – ese foco criticón y paralizante-. Cambia tu manera de ver las cosas ayudando a los demás. Un nuevo sentido te proporciona un nuevo balance. Posibilidades hay muchas. Desde un consejo, hasta un poco de tu tiempo. Al pensar y actuar por los demás, los pequeños sacrificios te serán recompensados con mayor bienestar físico y emocional.

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