Todos necesitamos alimentarnos, pero no todos debemos hacerlo de la misma forma. Factores como la actividad física, la estatura, nuestro estilo de vida e incluso nuestra edad, deben ser tomados en cuenta para tomar las mejores decisiones respecto a nuestra alimentación. Es por eso que aquí te dejamos algunos consejos para una alimentación saludable a cualquier edad.
Niñez
La alimentación de los niños dependerá de la etapa de crecimiento en que se encuentren. Es común que los niños presenten rechazo a algunos alimentos como los vegetales, pero es importante que aprendan a incluirlos en su dieta.
Lactancia. El primer año de vida es especialmente importante, es el primer periodo de desarrollo del bebé y tiene un crecimiento más acelerado que en cualquier otro momento de su vida. Es por eso que para asegurarnos de que el bebé crecerá sano. Durante los primeros 1 a 4 meses, el bebé sólo deberá consumir leche (materna o artificial) pues su organismo aún no es capaz de procesar los alimentos. A partir del quinto mes se comienzan a introducir nuevos alimentos siguiendo las recomendaciones del pediatra.
1 – 3 años. En esta etapa el crecimiento ya no es tan acelerado, se ha estabilizado. El organismo necesita los nutrientes que le permitan desarrollarse óptimamente y que le ayuden a prevenir enfermedades. Pero además, es en esta etapa donde comienza el aprendizaje de los hábitos alimenticios. Debe ser una dieta variada, equilibrada y con variedad de texturas y consistencias para acostumbrar al paladar del niño. La introducción de nuevos alimentos debe ser progresiva.
4 – 11 años. Comienza la etapa escolar. Es importante seguir con la enseñanza de hábitos. Debido que ahora tienen más actividad, necesitarán más energía y nutrientes, por lo que las cantidades de los alimentos suelen aumentar.
Pubertad y adolescencia
Se trata de una etapa de cambios físicos y emocionales. Será necesario asegurar que nuestros niños ingieren la cantidad debida de energía y nutrientes para hacer frente a estos cambios. Es común que se lleven cambios en la dieta en esta época, los jóvenes tienen requerimientos diferentes porque aumentan sus actividades diarias, se comienzan a preocupar por su aspecto y pueden caer en dietas peligrosas; también, por la falta de tiempo, descuidan lo que comen. Es importante estar atentos.
Adultez
Podríamos dividir la etapa adulta en dos fases. La primera, de adultos jóvenes; cuando se acaba de dejar la adolescencia y la vida escolar. Se inicia un nuevo estilo de vida y es aquí donde decidiremos si tomar o no los hábitos alimenticios que aprendimos durante nuestro crecimiento. Debemos tener una dieta balanceada y suficiente, masticar bien los alimentos para absorber la mayor cantidad de nutrientes y evitar los distractores como el celular, la televisión o las revistas, para ayudar a nuestro cuerpo a optimizar su proceso digestivo. Hacer ejercicio y beber suficiente agua, también serán clave para ayudar a nuestra salud.
Una etapa importante de la vida adulta, es el embarazo. Una alimentación equilibrada será clave no sólo para la madre, sino para el bebé que viene en camino. Los hábitos alimentarios de la madre influirán directamente en la salud de su hijo. Es conveniente tener asesoría médica para asegurase de que la alimentación ayude a evitar problemas relacionados al desarrollo del bebé.
La segunda fase de la etapa adulta se da después de los 40. Comienza a haber un declive en el organismo y será necesario cuidar nuestra alimentación para mantenernos sanos y evitar el desarrollo de enfermedades. Ya no sólo necesitaremos una alimentación sana para mantenernos sanos, sino para lidiar con los efectos de los cambios del cuerpo.
Tercera edad
Las personas mayores de 60 años también necesitan una alimentación balanceada y ejercicio regular. Dada la perspectiva de vida en la sociedad actual, las enfermedades crónicas que llegan con la edad son una constante en la tercera edad. Sin embargo, una adecuada alimentación, nos ayudará a tratarlas para que no afecten a nuestra calidad de vida.
Algunas veces, los adultos mayores se sienten excluidos y olvidados por sus hijos, por lo que descuidan su alimentación y no es raro que decidan no comer. Es necesario estar al tanto de ellos para asegurarse de que comen de forma adecuada y en las cantidades correctas. A esta edad, la cantidad de comida que se requiere es menor, pero debe ser suficiente para brindar todos los nutrimentos necesarios.
Fuente: http://trabajoyalimentacion.consumer.es
Escrito por: Elena Pedrozo