Ha llegado un nuevo bebé a la familia, y como a todas las mamás, te invade el temor de ¿qué tal que no me quiere? ¿cómo sabré lo que piensa? Aquí te dejamos algunos tips para estrechar ese lazo de afecto mediante el cual tu relación con tu hijo comenzará a construirse y fortalecerse.
- La investigación dice que la risa en la infancia es un signo del desarrollo emocional. Cuanto más a menudo vocalice tu bebé - más arrullos, balbuceos, risas – crecerá mucho más emocionalmente.
- Tal vez hayas notado que el contacto con tu bebé provoca una sensación de calma y relajación para ti también. La investigación demuestra que el vincularte con tu bebé enciende los mismos centros de placer en el cerebro que el comer chocolate o tu comida favorita.
- Entre más interactúes con tu bebé, más se desarrollará emocional y socialmente. En los primeros meses de vida, la cercanía entre madre e hijo puede facilitar la transición del bebé al mundo que está fuera de los brazos de mamá.
- La investigación nos dice que las madres y sus bebés conforman su propio lenguaje. Antes de que ellos aprendan a hablar, utilizan un rico vocabulario de ruidos, expresiones y gestos para comunicarse
- Entre más toques a tu bebé, es más probable que el busque contacto contigo. Los bebés son fácilmente impresionables, y tus acciones son un modelo de estudio e imitación para él.
- La repetición no es necesariamente aburrida. A tu bebé le encanta porque está aprendiendo sobre el mundo que lo rodea. Lejos de ser monótono, los patrones y rutinas le ayudan a procesar la información, y le dan una sensación de seguridad.
- Vincular es tan simple como mirarse a los ojos. Según los estudios, el contacto visual es un indicador clave de un bebé que está tomando confianza. Conforme el lazo que los une se hace más fuerte, él te mirará más seguido. Es una señal de confianza y seguridad.
- Cuando un bebé estira los brazos hacia ti, es señal de una conexión profunda contigo. Esto también significa que ha ganado cierta consciencia de su cuerpo—una piedra angular de su desarrollo.
Escrito por: Kamla Joshi