Las probabilidades de un parto prematuro aumentan tres veces entre las mujeres embarazadas con un historial de depresión y que han usado medicamentos psiquiátricos. Según un estudio elaborado por las universidades de Washington y Michigan, una combinación de uso de medicamentos y depresión —ya sea antes o durante el embarazo— está vinculada con el parto antes de los 35 semanas de gestación con complicaciones como la preeclampsia, el crecimiento fetal deficiente o una hemorragia aguda
El documento analiza las respuestas de casi 3 mil mujeres. En total 335 mujeres (el 11 ciento) tuvo partos prematuros. Entre las mujeres que indicaron que habían tenido depresión durante el embarazo, el 75 por ciento tenía un historial de depresión y el 62 por ciento habría usado medicamentos en la primera mitad del embarazo.
Un parto prematuro puede acarrear la muerte del recién nacido y, en caso de que sobreviva, puede hacerlo vulnerable a infecciones o a desarrollar baja presión sanguínea, anemia e ictericia
Amelia Gavin, autora principal del estudio y profesora de la Escuela de Trabajo Social en la Universidad de Washington, dijo que el estudio acentuaba la necesidad de planificar cuidadosamente otras investigaciones que puedan aclarar el vínculo entre depresión, fármacos psiquiátricos y parto prematuro.
"Las mujeres con depresión, enfrentan decisiones difíciles en relación a los beneficios y riesgos de usar fármacos psicotrópicos durante el embarazo", dijo Gavin. "Por ello, el enfoque de entender los efectos de los fármacos y depresión en la salud de las madres y los bebés debe ser una prioridad clínica importante", finalizó la investigadora.