Ya se presentó la fecha de dar amor, de compartir, de expresar nuestros sentimientos y desafortunadamente, también del despilfarro. Los gastos no solo son muy grandes en relación a los regalos que queremos dar a nuestros seres queridos, por cualesquiera que sean las razones.
También gastamos en los adornos de casa, pensando que este año queremos algo diferente o más grande, además gastamos en artículos de la casa, sean necesarios o no, en ropa, no pueden faltar los juguetes, y claro, las cenas que deben de ser muy ricas y muy bastas. Añadiendo a todo esto los gastos que se generan en las escuelas o en los mismos trabajos con motivo de las festividades, etc. Total, que se hace una cuenta de terror.
Y de acuerdo al desglose que hace la planeación de sus elementos, los procedimientos ya los conocemos y aún con eso de todos modos caemos en el despilfarro, pues no lo planeamos; pero podemos establecer programas en casa y estructurar políticas que nos ayuden a eliminar ese pequeño problema que se presenta en el mes de enero. Los programas se traducen en tiempos y los procedimientos en pasos. Por ejemplo: lo debemos hacer todo el año y toda la familia para cuidar el agua, la luz y los movimientos de nuestros bancos para que no nos cobren intereses; así también el cuidado de nuestro auto todo el año para estar al pendiente de aquello que se desgaste o necesite reparación. Otra es utilizar los servicios de comunicación en tiempos y formas verdaderamente necesarias durante todo el año, claro, sin dejar de lado el buen uso y disfrute de dichos servicios.
Las políticas se pueden traducir en reglas que son tanto flexibles. Por ejemplo: toda la familia estrena ropa en diciembre; si te excedes en gastos sufrirás la cuesta, pero si tus gastos de ropa se reducen a lo verdaderamente necesario ya estarás pronosticando un buen inicio de año, e incluso resultaría mejor si aprovecharas las rebajas de enero pero sin exceso.
El presupuesto se relaciona con el pronóstico; la diferencia radica en que el presupuesto se preocupa por el aspecto cuantificado (cuánto) y el pronóstico en el aspecto cualificado (cualidades o características) y así entonces ya planeaste un buen inicio de año.
¡Suerte!
Escrito por: Jennifer Arriaga Franco