Hoy me desperté pensando sobre el amor. Me pregunté en silencio ¿qué es el amor? ¿Cómo damos amor? ¿Qué cosas hacemos por amor? ¿Qué cosas deberíamos hacer por amor? ¿Por qué para todas las cosas más importantes de la vida no hay manuales?
Pensaba en el amor en su magno sentido, a lo largo y a lo ancho de lo que la palabra implica para nosotros. “Amor” repetía en mi mente recién amanecida, y miraba a mi perro lamerse las patas con dedicación absoluta. “Amor” y escuchaba el trinar de los pájaros a orillas de mi ventana. “Amor” y el barrendero vaciaba las calles de restos nocturnos, de caprichos insolentes. “Amor” y encendí mí el teléfono que me comunica con mi madre. “Amor” y le envíe a mi amiga un mensaje de texto de “buen día”. “Amor” y escuche el catarro intempestivo del hijo de mi amiga a la que le estaba dando un lugar en la casa.
¿Qué es el amor?
¿Toda vía lo preguntas? – sentí la voz de mi padre.
Amor es toda esta energía que nos nutre en el día a día; es ese lazo que tenemos con la vida que nos mantiene vivos, que nos hace lustrar los guantes para seguir la pelea; es el motor que nos impulsa a hacer lo que hacemos; a jugarnos por entero, a mirar más allá de lo que miran los ojos.
Amor es un sentimiento, y también una elección. Es la cima de una montaña en la que elegimos pararnos cada día y desde ahí mirar el mundo. Es el camino opuesto al miedo; es la decisión de andar con el corazón en las manos a sabiendas que nos lo pueden lastimar, y decirnos ¿y qué?
Y entonces recordé la canción de Julio Iglesias que decía “El amor no son palabras que se dicen al pasar, en un momento y sin pensar” y me di cuenta, de que el marketing del amor había sido demasiado injusto con su real poder. Porque siempre vendía un parte, la del amor romántico, la de los corazones rojos, la de las rosas con espinas, la del príncipe, la de la manzana prohibida.
Y sus más variadas formas y colores quedan relegadas para la razón de los absurdos, que como yo, alguna vez se despiertan en la mañana y se preguntan por el amor.
Y lo más grande y significante de esa fuerza intrínseca y externa es que se puede percibir en su completa naturaleza aún cuando uno tenga el alma llena de moretones, el cuerpo rasgado por el destino, los ojos cansados de llorar. Aún cuando el cansancio cotidiano de la mala suerte te asfixie, la soledad te ponga entre la espada y la pared; si está alerta, tus pupilas te devolverán algo de tu propia medicina; y la plática ruidosa de los colibríes en tu ventana, te recordarán que amor es amor y que se apaga sólo cuando tú ya no le encuentras sentido a nada.
¿Qué es amor?
“No te fíes si te juro que imposible,
no dudes de mi Duda y mi quizás.
El amor es igual que un imperdible
perdido en la solapa del azar...
La luna toma el sol de madrugada,
"nunca jamás" quiere decir "tal vez"
La muerte es una amante despechada”
Andrés Calamaro “Todavía una canción de Amor”
Para Fernanda y Marta, por el gusto de ser las tres mosqueteras.
Escrito por: Chuchi González.
