Bienestar

¿Qué tan buena memoria tienes?

que-tan-buena-memoria-tienesEl otro día fui a tomar un café con unas amigas que tenía tiempo sin ver. Platicábamos animadamente sobre aquella vez que fuimos a la playa, una de ellas nos recordaba la lunada que hicimos al tercer día – no, fue el segundo, porque al tercero Lucy tenía que regresar - ¿no celebramos porque al final Lucy tuvo que regresarse? – No, fue por el cumpleaños de Mary…  Todas estuvimos ahí, pero no todas recordamos las cosas de la misma manera, cada quien recordaba detalles que otra había pasado por alto ¿Será que unas tienen mejor memoria que otras? ¿O a todas nos engaña la memoria?

Creemos que las memorias son como un video que tomamos de algún anaquel y reproducimos mentalmente. Pero lo cierto es que son algo mucho más complejo. Se trata de reconstrucciones de información que hemos adquirido con el tiempo y le damos significado con nuestras experiencias y emociones. Cada vez que recordamos algo, lo recordamos de forma diferente porque hemos adquirido nuevas experiencias y conocimientos. Adaptamos nuestros recuerdos a nuestra visión actual del mundo, pero asumimos que siempre lo hemos recordado de esa forma y no nos damos cuenta que los recuerdos han cambiado.

Esto lo utilizan con mucho éxito los publicistas, pues ponen en sus comerciales situaciones de nuestra vida cotidiana en la que su producto está presente. Cuando recordamos nuevamente el suceso, esta vez el producto estará en la escena. Dado que la memoria esta asociada a las emociones, la emoción hacia el producto también se verá afectada por ese recuerdo.

Lo cierto es que nuestra memoria no es tan confiable como creemos. No recordamos lo que vivimos sino lo que creemos haber vivido y confiamos ciegamente en lo que recordamos. Un estudio de la Universidad de California demostró que es posible implantar memorias falsas a individuos y hacerles creer que efectivamente ocurrieron. El cerebro no distingue entre memorias falsas y verdaderas. Lo que recordamos, lo consideramos realidad.

La memoria es vulnerable y maleable. Pero de esta característica han surgido tratamientos y terapias para tratar desórdenes mentales o adicciones. Al reprocesar una memoria traumática se puede hacer más efectiva la terapia. Si confiamos ciegamente en lo que recordamos, podemos “actualizar” nuestros recuerdos para aprender de ellos y mejorar nuestra vida emocional. Nuestro pasado no determina nuestro presente.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*