Escrito por: Brenda Díaz
Me duele profundamente escuchar a muchas personas que se enganchan a una relación que no les satisface o peor aún, a una relación en la que sufren, en la que soportan maltratos físicos o emocionales y desgraciadamente les da miedo cambiarla, soportan esperando que algo cambie y tratan de justificar su situación diciendo que soportan por amor, que es por los hijos o que no pueden aspirar a más. Creen que es algo que merecen.
Pero les tengo una noticia, nadie se merece soportar humillaciones, golpes, insultos, infidelidades, ni ningún tipo de agresión. Desafortunadamente según el Dr. N. Branden, todos en algún momento de nuestra vida sentimos que no nos merecemos “algo mejor”. Sin embargo, lo que nos hace ser merecedores de cualquier cosa, es lo que trabajamos por obtener, por lo tanto, primero tenemos que saber qué queremos y después trabajar para merecerlo, al igual que en todos los logros de la vida. Si yo quiero ser enfermera, tengo que estudiar y en ocasiones desvelarme para atender mis deberes y entonces me merezco el título de enfermera.
Por otro lado, las cosas no cambian mágicamente, Einstein decía “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Así es que no esperes que tu pareja cambie mágicamente, mejor comienza a trabajar en ti. Pero ¿Cómo?
Primero enfocándote en saber qué esperas en una relación, no te atores pensando en lo que quieres de tu pareja, es mejor primero visualizar el objetivo final, es decir, cuando defines qué tipo de relación quieres, también defines “qué tipo de vida quieres llevar, qué estás dispuesta a dar y qué quieres recibir”, independientemente de las características de cada persona. Por ejemplo, puede ser que siempre me gustaran los hombres altos y con dinero, pero si esos hombres me golpean, no es una situación que valga la pena conservar. En cambio, si lo que busco esDefinir qué tipo de vida quieres llevar, funciona para definir casi cualquier objetivo importante... define la relación que quieres, trabaja por merecerla y cuando la tengas valórala una relación con respeto, pero es con un hombre bajito de medianos recursos, no importa, está bien, porque me hace sentir bien, pero también me obliga a respetar al hombre bajito y valorar lo que tenemos juntos.
Definir qué tipo de vida quieres llevar, funciona para definir casi cualquier objetivo importante, por ejemplo, puede ser que quieras un trabajo donde ganes mucho dinero, pero si el trabajo que haces no te gusta, hace que estés todo el tiempo estresada, enferma, sin oportunidad de tomar vacaciones, ni ver a tus seres queridos, no es un buen trabajo. Por el contrario si no ganas mucho, pero te encanta lo que haces, te da para vivir, tienes tiempo para ti y tus seres queridos, ese sí es un buen trabajo, lo que también te obliga a dar lo mejor de ti en el tiempo que trabajas y valorar lo que te da ese trabajo.
Una relación sana no está exenta de retos, ninguna relación es perfecta, tampoco ninguna persona, las diferencias siempre van a aparecer por lo que es muy importante saber qué es lo define una buena relación.
Trabajemos por lo que queremos para merecerlo, yo quiero una relación llena de amor, respeto (por supuesto para mí y también para él), alegría, aceptación, comprensión, fidelidad, comunicación, negociación, apoyo, incluso perdón cuando es necesario, por ello, soy la primera en darlo (dármelo yo y dárselo a él) y lo recibo de su parte también, porque lo merezco.
En resumen, define la relación que quieres, trabaja por merecerla y cuando la tengas valórala.
Cuando construyes una relación sana le puedes decir a tu pareja y tu pareja te puede decir a ti: “Te amo por lo todo lo que eres, pero también por todo lo que no eres, te amo con todos tus defectos, que son insignificantes ante todas tus virtudes, te amo con todas tus heridas y todas tus historias, me siento orgullosa de estar a tu lado porque juntos crecemos y somos mejores, somos un gran equipo y ambos buscamos el bien mutuo, contigo soy feliz y estoy en equilibrio, gracias por estar a mi lado”.
Y tú, ¿Qué tipo de relación estas dispuesta a merecer?
Escrito por: Brenda Díaz