Elena Poniatowska es una consagrada periodista y escritora mexicana, abuela de 10 nietos. Ella se describe como uno la ve, una mujer chaparrita con el pelo blanco, que sabe que puede contar consigo misma, y que si se propone algo lo va a hacer.
¿Cómo surge la idea del libro?
Bueno hace 50 años conocí a Leonora Carrington que es una gran pintora surrealista, quien también fue amante del máximo pintor surrealista de origen alemán, Max Ernst, y me llené de admiración por ella, y por eso después de tantos años decidí hacer un libro sobre ella.
¿Cómo fue este primer encuentro con Leonora?
Fue hace tantos años, yo le fui a hacer una entrevista, pero la vi también en Poesía en Voz Alta, con Octavio Paz, con Carlos Fuentes, con la gente que hace 50 años la quería mucho y la admiraba. Siempre fue una relación muy buena, cálida, cercana.
¿Qué le dejó el hacer este libro, qué aprendizaje se le quedó?
Me dio mucho gusto poder hacerlo, aprendí muchísimo sobre Irlanda, Inglaterra, sobre su relación con México, sobre pintura, aunque no aprendí a pintar. Sobre el surrealismo y también sobre la Segunda Guerra Mundial. Ella luchó mucho contra el franquismo y contra Hitler. Ella siempre apoyó a los judíos. Una de las razones seguramente es porque su marido, el padre de sus dos hijos, fue judío.
¿Qué es lo más admirable de ella, lo que sería un ejemplo a seguir?
Su talento enorme, su ingenio, su gran sentido del humor. Que sabe ver a los demás con una inteligencia muy poco común. Es un verdadero fenómeno y un privilegio para México que ella haya vivido aquí.
¿Qué efecto espera causar en la gente que lea “Leonora”, sobre todo en las mujeres?
Me da muchísimo gusto que las mujeres vayan a sentir que ellas tienen talento, que valen por sí mismas. Así como Leonora luchó por conservar eso que tenía dentro, pienso que también todas las mujeres tienen algo que dar a los demás, que no lo tienen que sepultar. Las mujeres en general piensan que su única vocación es tener hijos y llevar su casa. Pero además, creo que se pueden hacer las dos cosas, la vocación que uno lleva dentro también se puede hacer.
¿Usted cómo se identifica con ella?
Me identifico en que también soy una mujer que trabajo, que le dedico muchas horas, sobre todo ahora que soy abuela, me dedico mucho tiempo a escribir.
¿Cuál ha sido su mayor satisfacción tratando temas de las mujeres?
Ha sido la satisfacción de que la gente siempre te dice que le gustó tal libro o artículo, que le ayudó, la hizo pensar. La gente me busca, eso es my gratificante para un escritor, porque siente que establece un diálogo con los lectores, eso es muy estimulante para seguir adelante.
¿Qué proyectos tiene en puerta, qué le falta hacer?
Pues tengo muchísimos libros en el tintero, muchos viajes qué hacer. En fin, tengo muchísimas actividades.