Una de las característicias que se repiten en la vida de los creadores artísticos, es su necesidad de mantener la integridad personal en su vida y en su trabajo. Lo consiguen buscando la manera de ser ellos mismos y de manifestar sus mayores conquistas en su vida. Las personas creativas se sienten realizadas e integradas cuando hacen algo para lo que poseen un talento especial.
Es difícil enseñar integridad a los niños. Como los niños aprenden imitando a los adultos, ayuda el hecho de demostrar un alto nivel de integridad personal. Pero la integridad es una abstracción moral, y a los niños les resulta una cuestión ajena. Quieren sobre todo sentirse cómodos y satisfechos, seguros y deseados.
El proceso creativo construye un sentido de la integridad personal en los niños conforme desarrollan talentos y habilidades. Animar a los niños a expresarse de forma creativa significa darles libertad para tomar decisiones. Como resultado pueden ocurrir varias cosas:
- El niño toma decisiones adecuadas y se gana la aprobación general.
- Toma decisiones equivocadas y experimenta la crítica.
- Toma decisiones ineficaces y se siente impotente.
- Evita tomar decisiones arriesgadas que puedan conllevar un fracaso.
Tres de las posibles opciones, como se puede comprobar, podrían originar fácilmente algún tipo de confrontación entre padres e hijos. Pero si se comprende el proceso, se tiene paciencia y se reconoce la creciente capacidad del niño para tomar decisiones adecuadas después de una serie de errores, se habrán estimulado la creatividad y la integridad personales.
A través de la creatividad, los niños aprenden a valorarse a sí mismos. La autoestima es una condición necesaria para ejercitar la integridad personal. Integridad significa que las decisiones de una persona reflejan sus valores, creencias y emociones. La personalidad del niño se mantiene sólida a través de los cambios y las tensiones que pueden presentarse en su vida.
Muchos grandes escritores y artistas, como Tolstói, Hemingway, Picasso y O’Keeffe, eran personas de una integridad muy fuerte. Incluso si sus vidas se caracterizaron a menudo por grandes paradojas y polémicas, y se puede estar de acuerdo con algunos aspectos y otros no, ellos aportaron su particular concepción del mundo, estuvieran equivocados o no, gustaran o no a los demás.
Aunque la conexión no sea evidente, los niños capaces de crear libremente en su propia casa, trabajar en proyectos que ellos mismos han elegido y utilizar la fantasía, están construyendo al mismo tiempo, lenta pero decisivamente, un sentido de la integridad personal.
Escrito por: Félix Macías