En casa siempre han existido diferentes bandos, yo estaba en uno, que no se por qué pero de alguna manera estaba alejado del bando de ”Los Ricaños”. A este bando pertenecía la familia de mi tía; la hermana mayor de mi mamá.
Esta tía es una persona, que yo sentía muy fría, muy distante de mí, sentía que encontraba demasiados defectos en mí, que no se si los tenga o no, pero ella los encontraba. E igual yo trataba de dirigirle lo menos posible la palabra y hasta la mirada.
Por cosas que pasan en la vida ella sufre un desmayo y se golpea fuertemente la cabeza. Pasó mucho tiempo en el que por algunos momentos veíamos que no saldría de esta situación. Los pronósticos eran poco alentadores, todo, absolutamente todo, nos hacia pensar que muy pronto ya no estaría más con nosotros.
A pesar de la lejanía yo le pedía a Dios que la dejara vivir mas tiempo, me dolía ver a mi familia sufrir; a mi madre, a mis tías pero sobre todo a sus hijos, mis primos, a Los Ricaños.
Yo le pedía a Dios un poco más de tiempo, y le prometía que si me lo concedía, lo iba a aprovechar, lo iba a ocupar en tratar de conocerla, en quererla.
Cuando ella recupera la consciencia lo primero que me dijo al verme fue “Vamos a recuperar el tiempo perdido”.
Para mí fue tan emotivo, tan increíble, tan milagrosa y hasta mágico, por que ella estaba utilizando mis pensamientos, las palabras con las que yo me dirigí a Dios.
Hace apenas cinco meses que pasó eso, y hoy puedo decir que estamos recuperando el tiempo perdido, las dos estamos poniendo todo de nuestra parte, de verdad ha sido tan fácil compaginar con ella, salimos mucho, reímos bastante, y cada día es una nueva experiencia de amor entre ella y yo.
Hoy estoy segura que independientemente de que Dios nos hizo el favor a todos de dejarla más tiempo, a ella y a mí nos dio una oportunidad más, misma que estamos aprovechando al máximo.
Hoy es extraño, pero puedo decir que es una extraordinaria mujer, una excelente tía y se ha vuelto hasta una maravillosa amiga.
Si ya sabía de la existencia de Dios, esta es una manera más de reafirmar mi fé, hoy estoy convencidísima de que Dios movió los hilos desde arriba, para darnos esta oportunidad.
Escrito por Claudia Patricia López Moreno
Recuperando el Tiempo