La revisión del coche en invierno requiere especial atención cuando se planea un viaje largo que atraviese distintas geografías, condiciones climáticas adversas y situaciones de viaje imprevistas. Aunque un mantenimiento periódico puede eximir de gastos de último momento, lo habitual es que entre los preparativos del viaje se cuente también la puesta a punto del vehículo. Revisión de neumáticos y frenado, cambios de aceite o control del equipo de iluminación, entre otras cosas, engrosan el detalle de los gastos previos a las vacaciones, además de la cuenta del mecánico, que en este invierno reflejará los efectos de la crisis.
Un examen exhaustivo como la comprobación elemental del funcionamiento y el equipamiento necesario para el invierno requerirán la revisión de algunos componentes elementales para un viaje sin contratiempos.
1. Carburantes y lubricantes: Esta temporada serán los aspectos más costosos. En efecto, han experimentado un crecimiento mayúsculo en los primeros nueve meses del año, con subidas promedio del 9,1%, que resulta más notable aún si se miran en perspectiva los últimos 12 meses desde octubre pasado, ya que manifiestan un incremento del 15,7%.
2. Anticongelante: será necesario comprobar su estado y adaptar la mezcla a las temperaturas del destino elegido.
3. Cambio de aceite y filtro. El aceite limpio y de alta calidad cuidará el motor en los arranques en frío. Usar el aceite recomendado por el fabricante del coche supone mayor seguridad.
4. Alternador y sistema de encendido: en condiciones de frío, la batería tiene que trabajar más de lo normal, por lo que es esencial medir la carga del alternador antes de emprender viaje.
5. Luces del coche: tanto los faros delanteros, como las luces de freno y los faros de niebla requerirán la revisión pertinente.
6. La visibilidad es la clave para la seguridad: algo tan sencillo como unos limpiaparabrisas en buen estado puede ser la diferencia entre ver al coche que va delante y no verlo.
7. Inspección de correas y manguitos: así se evitará que las viejas grietas se vean castigadas por la baja temperatura.
8. Cambio del filtro de aire del habitáculo: en los vehículos con este dispositivo, los contaminantes almacenados en el filtro durante verano y otoño se liberan dentro de la cabina al poner la calefacción alta durante el invierno.
9. Encerado de la pintura: así se evitan los efectos de la lluvia y la nieve, que unidas a la sal pueden corroer la pintura. Una capa de cera es el mejor escudo contra estos agentes.
Fuente: www.consumer.es