Las fotos, oportunidad para alegrar el corazón
Escrito por: Equipo SuperMujer
Hace unos días, mi hija comentó sobre un trabajo de la escuela. Como mamá, pocas cosas me gustan más que poder compartir actividades con ella. Las tareas son eso, oportunidades para acercarnos las dos. La tarea trataba de fotografía. Así que lo primero fue divagar sobre cómo una imagen habla más que mil palabras. De ahí saltamos al típico “siempre salgo horrible en las fotos”.
Mientras unas personas salen bien, otras salen horribles. ¿Acaso se es fotogénica de nacimiento o es algo que se trabaja?
De por sí, “tomar” una foto es algo que algunas lo sentimos agresivo. Peor aún, el fotógrafo “dispara”. Y sí normalmente no nos gustamos, el resultado es que salimos temerosas o inseguras. Inclusive antes de tomarla, ya estamos predispuestas que vamos a salir mal. Pero la verdad, no siempre es el caso. Hay fotos donde salimos bien. Generalmente son imágenes donde estamos cómodas, a gusto, contentas de verdad. Así que lo primeroCada vez que saquen una cámara, sé la primera en salir a cuadro y agradece sinceramente la oportunidad que te brindan de traer a tu corazón una sonrisa es sentirnos bien, aún cuando no estemos arregladas. Total, hay tantas cámaras que lo mejor es reírse de una misma precisamente por estar en fachas. Ya qué.
Nuestra actitud se refleja en las fotos. Y la de otros. La Dra. Ellen Rudolph, fotógrafa y psicóloga, afirma que las personas que son frías o distantes prefieren estar atrás o a un lado en las fotos de grupo o familiares. Ya sea porque se sientan rechazadas o porque son emocionalmente distantes, nunca las encontraremos apretujadas en medio. Las personas dulces y accesibles gustan de poner sus brazos alrededor de otras personas y deliberadamente aparecen en medio mientras hablan y ríen con el grupo. Las personas deprimidas se ven infelices, desarregladas, sus pensamientos siempre se notan en las fotos.
Las fotos, oportunidad para alegrar el corazón
Si quieres salir bien en las fotos, lo primero es perderle miedo. Quita para siempre ese pensamiento de “yo no salgo bien”. Al contrario, en cada oportunidad, aprovecha para traer a tu mente pensamientos alegres, mágicos. Recuerda momentos que te han alegrado o rememora a un ser querido. Puedes pensar algo absurdo que te haga reír. Hazlo sin pena. Que tu nerviosismo sirva para reírte. Y es que muchas veces sonreímos sin sentirlo y ello se refleja en nuestros ojos. Se nota la impostura. De ahora en adelante, cada vez que saquen una cámara, sé la primera en salir a cuadro y agradece sinceramente la oportunidad que te brindan de traer a tu corazón una sonrisa.
Escrito por: Equipo SuperMujer
