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La meta seria un estilo contemporáneo y cálido a su vez.
El primer paso fue utilizar un truco visual, pintamos una cenefa en el borde del techo y las esquinas de los muros un un tono café obscuro que difuminamos en el centro para darle variación al color, reflejar luz y romper con el esquema de los sólidos, con esto también logramos enmarcar los muebles, crear más impacto y darle más fuerza al ambiente.
Pusimos un tapete de lana en color crudo para definir el área y un jarrón con varas para darle movimiento al espacio.
Y el toque final lo dieron lo sutiles accesorios conformados por pequeños espejos, velas, libros y cajas, todo en la misma gama de colores y conservar con esto la limpieza del estilo y su esencia que es el reflejo de la personalidad de los dueños del lugar.
Escrito por: Verónica Chapa
Decoradora de interiores.
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