En muchas ocasiones, las imágenes que vemos en la televisión de actrices y modelos delgadísimas a las que se considera iconos de la belleza y estereotipos de lo que en teoría debe ser el cuerpo ideal de la mujer hacen que muchas mujeres en todo el mundo se sientan mal con su cuerpo.
Complejos, inseguridades… todo tipo de problemas relacionados con la falta de autoestima, un problema que sufren muchas más mujeres de las que pensamos. La cuestión es la siguiente, como ya decía una campaña de la prestigiosa firma Body Shop: de los millones de mujeres que hay en el mundo, apenas unas pocas son modelos.
El resto, somos mujeres normales y corrientes, con nuestros defectillos, con celulitis, caderas, un poco de tripita… Cada mujer es diferente, por lo tanto, su cuerpo es diferente. Lo primero que tienes que hacer es perder el miedo al espejo: mírate entera, con tus cosas buenas y tus “defectillos”, que al fin y al cabo son los que te hacen ser tú misma y no otra.
Está claro que tenemos que aprender a querernos como somos. Eso sí, también puedes aprender a sacarte partido, a destacar lo que más te gusta de ti y a disimular lo que no te gusta tanto, pero no porque sea feo o esté mal, sino porque tú estarás más segura, y a todas nos gusta mostrar nuestra mejor cara.
Así que lo dicho: quiérete mucho, porque eres única.
¿Que tienes cuervas? Pues como todas… De hecho, las firmas de moda y estética se van acercando cada vez más a las mujeres reales, como ha demostrado en más de una ocasión la firma Dove, que ha utilizado a mujeres reales para sus campañas.
¡No te olvides! Quiérete mucho, porque al fin y al cabo, te lo mereces.
