Después de sufrir una infidelidad la primera pregunta que te haces es: ¿por qué a mí?. Cabe destacar que independientemente de que la situación te haya afectado a ti, para él es díficil, porque no pudo sostener un compromiso en el que se había visto involucrado. En días recientes se publicó un estudio en donde se maneja el concepto de que si te engaña, es porque te ama, quizás aquí encuentres la respuesta a tú pregunta.
El estudio fue realizado por el profesor de sociología Eric Anderson, con una metodología basada en 120 entrevistas a hombres casados, en dónde el resultado de la infidelidad masculina se debía al aburrimiento en la relación y no por falta de un gran amor. Gracias a esto, el sociólogo llego a la conclusión de que los hombres que engañan a las mujeres es por que las aman.
Dicho estudio también arrojó que el aburrimiento de los hombres se debe a la monogamia, esa exclusividad afectivo/sexual en la que dos personas deciden involucrarse con la finalidad de unir exclusivamente ambos mundos.
“La monogamia es una expectativa totalmente irrealista, en realidad los hombres engañan, en vez de abandonar a sus mujeres, porque las aman y quieren quedarse junto a ellas. Si no lo hicieran, la alternativa obvia sería romper la pareja y disfrutar del sexo con la amante sin culpas”, declaró Eric Anderson.
Otro dato importante que resulto de esta investigación, cita que los hombres que comenten algún tipo de infidelidad se encuentran realizados en la relación de pareja romántica, pero a su vez se sienten frustrados por sólo tener sexo con una misma persona. “Es una interpretación subversiva, pero creo que estos hombres engañan porque aman a sus parejas, sólo tienen mucho miedo de perderlas al decirles que desean tener sexo recreacional con otras personas”, comentó el profesor.
Un factor más que influye en la práctica de la infidelidad es un gen que provoca este acto, dicho gen se ubica en el alelo 334, que se encarga de gestionar la vasopresina, una hormona que se produce naturalmente, por ejemplo, con los orgasmos, según un estudio del Instituto Karolinska de Estocolmo.
El resultado de este segundo estudio que mencionamos fue: que los hombres portadores del alelo 334 (dos de cada cinco en este estudio), afirmaron tener lazos menos fuertes con sus esposas y, además, éstas reconocieron que se sentían menos satisfechas con sus cónyuges que las que se casaron con hombres sin esta variante genética.
Cabe destacar que estos dos factores quizás influyan pero eso no quiere decir que debes justificar o aceptar la infidelidad, cuando dos personas deciden involucrarse en un compromiso es por que ambos saben las responsabilidades que generará éste. Es mejor que en vez de llorar, deprimirte o enojarte contigo, siempre analices que es lo que fallo para así no tropezar nuevamente con el mismo obstáculo.