Estudiar un posgrado en el extranjero se convirtió en la llave que cambiaría el futuro de Mariana Espinosa, la ahora Directora de Mercadotecnia y Reclutamiento en Hult International Business School, precisamente la escuela en la que recibió esta formación, habla para Confesiones de Sofía sobre esta experiencia.
¿Cómo fue que llegaste a Hult?
La decisión de empezar un posgrado, fue porque debido a la situación laboral actual uno se empieza a dar cuenta que hoy en día uno necesita estar mejor preparado y a veces el buscar una opción en el extranjero refuerza mucho más tu perfil como profesional. En este caso, en el trabajo que yo tenía comencé a darme cuenta que hoy en día el mundo y el país necesita tener ciudadanos globales y entonces me di a la tarea de empezar a buscar una institución que hiciera más con esta necesidad que yo tenía. Entonces me encontré a un reclutador de Hult en una feria, empezamos a platicar y descubrí que el programa de Hult era increíble y que era una gran oportunidad para mí.
¿Cómo fue el proceso? ¿Fue difícil?
Fue bastante largo porque desafortunadamente en México no hay los recursos necesarios para apoyar a jóvenes para estudiar en el extranjero, entonces aunque Hult me proporcionó un porcentaje de beca, fue necesario buscar en México que instituciones me pudieran apoyar. Encontré apoyo por el CONACYT me gané una beca de manutención por todo el año y también FUNES me ofreció un financiamiento. Fue así como logré recolectar los fondos para poder estudiar en Hult. También creé una asociación en conjunto con una amiga que se llama México Brilla con Ayuda, para recolectar fondos complementarios para financiar nuestros estudios y en el futuro poder apoyar a más jóvenes que como nosotros no tenían los fondos suficientes
Y una vez allá ¿Cómo fueron las cosas? ¿Fue difícil adaptarte?
Al llegar a Boston tuve la fortuna de ya tener amigos y tener de alguna forma amistades que Hult me ayudó a encontrar a través de las redes sociales porque nunca me abandonaron en el proceso. Me dieron consejos para buscar casa, me dieron consejos para contactar con gente que ya había sido admitida al programa, entonces llegué y mi adaptación fue mucho más fácil. Al llegar a Hult, fue una experiencia, lo puedo describir como increíblemente sorprendente. No podía imaginar que estaba en Boston y me sentía que estaba en un pedacito del mundo, es real que estudié con más de 80 nacionalidades en un salón. En donde obviamente uno comparte la experiencia no solamente de haber dejado tu hogar, tu país. Sino el querer aprender y descubrir el mundo a través de platicar con tus compañeros de clase.
Las clases siempre fueron sumamente retadoras, el nivel, al principio te cuesta trabajo adaptarte, no solamente por el nivel educativo, sino por el inglés, aunque tengas un muy buen inglés siempre es un reto poder estudiar en una lengua extranjera. Fueron clases sumamente interesantes, apasionantes y muy reales. Estudiamos casos de negocios reales y actuales lo cual te brinda una perspectiva y una visión de negocio pos-graduación mucho más verídica. Tuvimos un proyecto que le llaman Action Learning Project en donde trabajé un caso para la compañía brasileña Natura y tuve la oportunidad de liderar a mi equipo, y trabajaba directamente con las personas que estaban teniendo ese problema de negocios en Brasil. Entonces eso también te permite estudiar diferentes áreas de negocios, independientemente a la tuya. Fue una de las experiencias más enriquecedoras que pude tener.
¿Qué te dejó Hult? ¿Dirías que esta experiencia cambió tu vida?
Bueno puedo decirte que Hult cambió mi vida en todos los aspectos. Numero uno porque me siento una profesional mucho más preparada para enfrentar las demandas del mundo actual, no solamente de mi país sino del mundo en general. Segundo, cambió mi vida porque en Hult conocí al amor de mi vida y hace tres semanas me casé, me casé con un venezolano y bueno pues ahora estamos iniciando una nueva vida juntos y tercero porque dejé mi país, estoy colaborando para la escuela y tengo a mi cargo México como mercado principal para fomentar la educación en mi país. Antes yo pensaba que el marketing era solamente sobre vender y hoy a través de mi trabajo me doy cuenta que el marketing es también poder hacer un bien y a mi me dio tanto poder estudiar fuera que me encanta poder trabajar para la escuela donde yo me formé y poder compartir a mis compatriotas mexicanos ese sentimiento de hacerles saber que sí es posible.
¿Qué le dirías a otras mujeres?
A todas, profesionistas, jóvenes e incluso no tan jóvenes, si tienen el sueño de estudiar fuera lo persigan. No se necesita ser millonario para estudiar. A través de la perseverancia y encontrar modelos a seguir, que en este caso para mi fue mi mamá, que es una profesionista y ha sido una excelente ama de casa. Sí se puede lograr ese sueño o esa aspiración. Pienso que también hoy en día entre mujeres nos tenemos que comunicar ese sentimiento. Si estamos mejor preparadas, vamos a poder formar una sociedad mejor. Si somos mujeres más preparadas, vamos a darle a nuestros hijos una mejor educación y también a nuestras familias.
