El sudor es producido, como un medio de refrigeración corporal conocido como transpiración, aunque el sudor también puede ser causado como respuesta física a la excitación y el miedo debido a que estos estímulos aceleran el pulso cardiaco y causan una mayor producción de calor.
La sudoración excesiva es denominada hiperhidrosis, originando que nuestro organismo produzca más sudor que el que necesita para regular la temperatura, siendo 37 grados centígrados.
Las personas con hiperhidrosis producen hasta 5 veces más sudor que el necesario para regular la temperatura del cuerpo.
Suelen manchar la ropa, el calzado, tienen las manos mojadas, y necesitan a veces tener un pañuelo para secar el sudor del rostro.
La hiperhidrosis puede ser primaria o secundaria.
La primaria suele comenzar en la infancia o adolescencia y se caracteriza por una respuesta exagerada de las glándulas a estímulos originando el sudor por el estrés emocional, calor o esfuerzo físico.
La secundaria ocurre cono consecuencia de problemas de tiroides, diabetes, obesidad o durante la menopausia.
Algunos tratamientos para este problema:
Solución de cloruro de aluminio para la hexahidratación: consiste en la aplicación de soluciones antitranspirantes con mayor concentración de cloruro de aluminio, y puede que resulte efectivo, solo para hiperhidrosis axilar.
Toxina botulínica tipo A (botox): esta se inyecta en las glándulas sudoríparas bloqueando su funcionamiento.
Iontoforesis: Se pasa una corriente eléctrica de bajo voltaje por agua o almohadillas humedecidas, esto hace que las proteínas superficiales de la piel se coagulen y bloqueen parcialmente los conductos sudoríparos.
Medicación oral: Existen algunas tabletas que ayudan a combatir esta condición pero deben ser recetadas por un médico.
Este problema puede llegar a afectar el autoestima además de la salud y es por eso que debe ser tratado para evitar complicaciones y ser controlarlo cuanto antes.
