Bienestar

¿Te sientes comprometida?


El mundo está lleno de violencia. Injusticia. Desamor. Acuerdos rotos. Mentiras piadosas. Traiciones. Día con día establecemos pactos con nosotros mismos, y al finalizar la noche, la mayoría fueron violados, alterados, violentados. Siempre encontramos una explicación para justificar nuestro “no hacer,” para perdonarnos los “pecados cotidianos”, y sabotearnos los sueños. Pero por sobre todas las cosas, siempre tenemos tinta en nuestro tintero para escribir historias de víctima, de mala suerte, y conspiraciones del destino. “Si no fuera por…” “si hubiera…” “ si ellos me hubieran…”.
Pensamos a grandes rasgos, que “se vale” comportarnos así, porque el mundo o en el mundo no hay compromiso. Puesto que nos comprometemos a algo, y cuando se pone difícil claudicamos sin más.
Sin embargo, en el mundo hay compromiso; mucho de hecho. El punto es saber dónde está enfocado. Y creo claramente que ese es el conflicto de hoy: que nuestro compromiso como seres humanos está lejos de la transformación, y más cerca de la comodidad.
Cuando digo “comodidad” me refiero al confort de lo conocido. A seguir sosteniendo situaciones que son conflictivas o tóxicas pero son más llevaderas que confrontar lo que sucede y pagar las consecuencias.
Para empezar a tener resultados extraordinarios, es fundamental apelar a acciones extraordinarias. No te pido que te recibas de astronauta, sino que cumplas con lo que dices. Ese es el más grande paso. Es aprender a estar cómodos aún en lo incómodo. Porque no es hacer importante el ahora, sino el futuro.
¿No te gusta lo que estás viviendo? Cambia. Haz algo distinto. Muévete. Busca acción.
¿Te siente comprometida? ¿Con qué cosas? ¿Con qué situaciones? Mira tus resultados, ellos te darán información suficiente.
Si deseas adelgazar y constantemente rompes la dieta, estás comprometida con seguir con el mismo peso. ¿Lo crees? Tal vez pensarás que no es cierto o válido; pero es real. Una y otra vez tu boicot te demuestra que no quieres salir de esa situación. Entonces escúchate, y observa ¿Para qué te sirve vivir así? Y seguro encontrarás una serie de recompensas ocultas.
Si hay algo no que quieres de tu vida. Modifícalo.
En ti está el principio de todo y el fin.

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