Escrito por: Eli Davidson*
Una ola de recientes investigaciones gira en torno a la premisa de que tu intestino es más listo que tu cabeza. En nuestro más nuevo y complejo mundo, explotar tu más profunda inteligencia es clave para evitar las dificultades y tomar lo que es necesario para hacer un salto cuántico.
En los últimos meses he estado desconectada con el fin de sumergirme de lleno en el mecanismo de lo que hace el terreno fértil para un gran cambio. Es fascinante ver que las organizaciones más innovadoras reconocen que las mejores decisiones incluyen más que la deliberación racional. (Las mujeres, por supuesto, lo han sabido por milenios)
La gran recompensa de una gran peluca
George Soros es uno de los más importantes gerentes de inversión en el mundo. Su 32% anual de retorno le ha ganado el legendario estatus de comerciante y especulador. Sólo imagina, si tú hubieras invertido $1,000 dólares en su Quantum Group of Funds cuando empezó en 1969, te habrías encontrado con un valor de $4 millones de dólares para el 2001. ¡Desearía haberlo hecho!
George revisa los mismos datos financieros, estadísticas y análisis de mercados que sus competidores. ¿Cuál es su arma secreta? Escuchar a la inteligencia de lo que yo me refiero como la ciudad al interior del cuerpo de George. George-ville. Sip. En su autobiografía Soros en Soros, él escribe acerca de escuchar a la brillantez de su dolor de espalda. Cada vez que sentía una punzada en su espalda baja, sabía que algo estaba “apagado” en su portafolio. El detendría cualquier cosa que estuviera haciendo y accedería a sus estrategias, para encontrar que inversión no estaba siendo productiva, y corregirla. George respetaba tan profundamente el aviso de su cuerpo que no podía permitirse a sí mismo ser interrumpido mientras seguía la señal de su dolor de espalda.
¿Por qué no tomar unos pocos segundos para escuchar a nuestro propio sistema de alertas tempranas?
Si piensas en tu intestino como una especie de radar, entenderás porque los aeroplanos lo usan y porque deberías usarlo tú también. Como George, puedes tener acceso a más de tu propia inteligencia si prestas atención.
Una canción Country esperando pasar
Aprender como no-pensar y escuchar a tu inteligencia interior es una de las mejores cosas que puedes hacer por ti misma cuando se trata de relaciones también. Estudios demuestran que el 82% de la comunicación es no verbal. Estudios demuestran que nos formamos una opinión acerca de las otras personas en menos de tres segundos. Esas conclusiones pueden ser buenas o malas decisiones. Podrías evaluarlo e ignorarlo de cualquier forma. O podrías hacer una decisión precipitada en tres segundos y arrepentirte después. Entonces, ¿qué tal si él ha sido el chico malo de la ciudad por años? Es lindo, besa bien, ¿a quién le importa? Bueno, tal vez él esté diciendo todas las cosas buenas, pero ¿has notado la diminuta, helada angustia en tu estómago? ¡Escucha! Las señales de tu cuerpo tal vez te están diciendo que el Señor Maravilloso es en realidad una canción country esperando pasar.
En un contexto de negocios necesitas revisar las cosas tanto con tu intestino como con tu cabeza.
1. La primera es siempre la mejor
Las primeras impresiones son muy importantes (y a menudo, siempre correctas) El mayor error que la gente comete es dejar estos sentimientos en segundo plano. Déjate respetar esa primera impresión. Seguro, las cosas pueden cambiar si sientes que debes dar otra mirada. No ignores tus sentimientos si son fuertemente negativos.
2. Cuando tengas duda, revisa
Los turbulentos tiempos en que vivimos parecen estar generando artistas de la estafa. Un agente de bienes raíces se acerco a nuestra familia para vender una propiedad. Nunca lo “sentí” bien. Después de excavar un poco descubrimos que la zanahoria que balanceaba en frente de nuestras narices estaba de hecho podrida.
3. Presiona el botón de pausa
Tu intuición trabaja duro. Pero sólo trabaja en su propia zona horaria. No apresures a tu intestino.
Esta mañana me estaba preparando para una reunión con un abogado. Como me acabo de mudar y necesitaba hacer malabares ese almuerzo con una cita en la compañía de gas. Estuve con el presentimiento de que el almuerzo no iba a ocurrir. Esto no tenía sentido. Habíamos confirmado una hora antes.
Tomé un poco de tiempo extra antes de salir de casa. Quién lo iba a decir, el abogado llamó para decir que no se sentía bien y necesitaría cancelar. No ir a esa reunión me ahorro al menos dos horas de tiempo perdido hoy.
A ti, ¿cómo te ha funcionado escuchar a tu intuición?
*Eli Davidson es columnista de The Huffington Post, oradora motivacional y autora del libro "Funky to Fabulous"
