Escrito por: Ana Orozco González
En un mundo laboral cada vez más competitivo, y aún más para los jóvenes ya que generalmente nos encontramos con grandes obstáculos para incorporarnos al mismo bajo pretextos como el típico: “no reúnes la experiencia necesaria”, debemos encontrar características que nos diferencien del resto de los profesionistas por lo que nuestra imagen puede ser ese factor que logre lanzarnos al éxito y para esto necesitamos tomar el control de la imagen que proyectamos y convertirla en nuestra gran aliada.
Recuerda que es inevitable proyectar una imagen. Ya que en tan sólo siete segundos tu apariencia, vestimenta y lenguaje corporal envían un mensaje consistente sobre tu persona. Por eso que el conocido dicho que afirma: “La primera impresión jamás se olvida” es una realidad. Y es solo tu responsabilidad que la imagen que comuniques sea la adecuada según tus objetivos.
Antes de que logres expresar una sola palabra tu imagen ya ha comunicado a los demás información tan importante de tu persona como: tu edad, profesión, estado de ánimo, personalidad, etcétera, pero también genera opiniones acerca de tu eficacia, capacidades y habilidades profesionales tales como tu eficiencia, liderazgo, responsabilidad, nivel de confianza y seguridad en ti mismo. Tu imagen logra comunicar a los demás: ¿Quién eres?, ¿Qué puedes ofrecer a la organización y ¿A dónde quieres llegar?
El universo de la imagen pública es un campo en el que la percepción es dinámica y se modifica conforme cambian los estímulos no verbales y verbales orientados al auditorio. De esta manera hay imágenes que puedenConforme a como manejes tu imagen pública puedes alcanzar al éxito o frenar tu progreso por tiempo ilimitado mejorar en un periodo delimitado logrando una mayor aceptación, mientras que otras pueden empeorar y entorpecer los objetivos propuestos.
Pero siempre debes recordar que cuando hablo de imagen pública no me refiero únicamente al aspecto vano y frívolo de la misma ni únicamente al plano estético, me refiero al conjunto de la imagen interna y la imagen externa, ya que si una imagen no se encuentra bien cimentada esta será débil y no resistirá los avatares a los que pueda enfrentarse. El fondo y la forma que son la parte interna y externa de la imagen, son igual de importantes y deberán coexistir ambas con coherencia para que la comunicación tenga eficiencia.
Entendamos como fondo a la esencia, al mensaje central de un asunto. Por otro lado, tomemos como forma a todo aquello que revista al fondo, al medio no verbal que se utilice para transmitir un mensaje. Cuando se tiene un fondo pero se carece de forma, la esencia no podrá expresarse correctamente, el mensaje no podrá transmitirse y la consecuencia será la pérdida de la credibilidad. Por el contrario, si contamos con una excelente forma pero se carece de fondo, quien resulte atraído por ella se sentirá defraudado una vez que la haya probado.
Reflexiona un poco sobre lo anterior ya que conforme a como manejes tu imagen pública puedes alcanzar al éxito o frenar tu progreso por tiempo ilimitado. Ocúpate de ella y proyecta el mensaje que deseas y así podrás alcanzar más fácilmente tus metas y objetivos. Y aunque no cuentes con mucha experiencia en el mundo laboral tendrás un par de pasos caminados al haberte preocupado por tu imagen ya que los potenciales contratantes quedarán impresionados con tu entusiasmo y ganas de superación.
Escrito por: Ana Orozco González
Consultora en imagen pública.
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