Aprende a crear un equilibrio en tus relaciones de pareja
Pues te digo que la mejor manera para retener a un hombre es complacerlo en todo. Tratar de volverte indispensable. Me imagino que has escuchado hablar de las geishas, más o menos es ser como ellas. Esa es mi manera de encantarlos.
-Te sientes contenta con tu relación por lo que veo.-Desde luego. Esto me decía Rosana mientras comíamos. Ella es una mujer guapa, activa, amable, sensible. Nosotros nos llevamos por la estrecha relación que tienen nuestros hijos. Sin embargo, a pesar de su afirmación de que sentía que había encontrado una relación estable, frecuentemente estaba agobiada. Siempre con prisas, corriendo, y en cuanto a su nuevo galán se podía percibir que era absorbente, posesivo y demandante.
Aquel día como en otras ocasiones que la vi, no pudo disfrutar del momento, porque su supuesta encantadora pareja, se la pasó interrumpiendo, llamando constantemente al celular dando la impresión de ser obsesivo.
Con el tiempo me pude percatar de todo lo que era capaz Rosana con tal de sostener una relación de pareja. A Rosana, como a muchas otras mujeres, su esposo la había dejado por otra mujer, quien era opuesta a ella, según tengo entendido. Así como Rosana se esforzaba por atender al hombre en turno como se debe, su ex-esposo con esta nueva pareja, era quien trataba de darle gusto en todo. Desde luego ella no actuaba como Rosana, todo lo contrario, exigía ser atendida. Supongo que su ex-esposo se empalagó durante su matrimonio, pues no le encontraba mucho chiste a una relación en que Rosana lo atendía con tanta precisión. De esta manera los dos años que duró la relación de Rosana y Román, pude estar cerca, escuchar, sentir y observar. Al principio él parecía disco rayado puesto que su tema favorito era la ex-esposa, hablaba del inmenso amor que le tuvo y de cómo ella no lo valoró a pesar de sus esfuerzos.
Rosana se entregó en cuerpo y alma a esta relación, y la hizo de confidente, acompañante, excelente ama de casa, empleada de lo que se le ofreciera, y excepcional amante. Todo ello me dejaba pensando que lo que él en el fondo necesitaba era un clon que no se le despegara, y le resolviera su existencia, ya que dependía de sobremanera de ella. No obstante por más esfuerzos que ella hizo, yo no los veía como una pareja satisfecha, se sentían más bien estresados. De tal forma que la teoría de la mujer complaciente en donde el secreto era hacerte indispensable en cualquier ámbito para que él se acostumbre, tenía más lagunas de las que ella hubiera deseado.
Lo terminé constatando de un modo muy desagradable, cuando una noche Rosana me llamó llorando y acudí a visitarla. El fulanito, se había atrevido a golpearla en su rostro, tenía una cortada junto al ojo. Sentí una gran indignación por un acto tan bajo, todo sucedió porque a la descripción que he dado de él falta agregarle que era bastante celoso. La relación terminó y ella se tuvo que aprender a curar las heridas emocionales.
Por lo tanto la teoría del ser complaciente, como ella lo expone, puede incluso hacer daño, ya que tanto el hombre como la mujer, deben conservar sus propios mundos de una manera independiente como son sus actividades, en los diferentes campos: laboral, familiar, social. Crear espacios en donde puedan compartir, gustos, afinidades, juegos, reuniones, sexo. Desde un punto sano y enriquecedor, dejando en claro que nada bueno trae el anularse por el otro, ya que estaremos atentando en contra de nuestro BIEN-ESTAR. Aprendamos a poner límites para que verdaderamente logremos una mejor relación con la persona más importante para nosotros que eres TU.