Para algunos “los opuestos se atraen”, para otros, es mejor ser “almas gemelas”, con intereses y gustos similares. Si bien no hay una regla en cuanto a qué tan parecidos o distintos deberíamos ser de nuestra pareja, sí debe existir cierta afinidad en las cosas importantes.
La compatibilidad se ha señalado como uno de los elementos clave en la durabilidad de una relación. Es importante identificar qué tanto concuerdan en realidad tú y tu pareja, pues no se trata de gustos o actitudes, sino de cuestiones mucho más profundas. De acuerdo con el Dr. William J. Doherty, director del programa en matrimonio y terapia familiar de la Universidad de Minnesota, hay cuestiones en las que la compatibilidad es indispensable:
- Valores
- Metas en la vida
- Sexo
- Dinero
Estos son las factores que mayor influencia van a tener en nuestra relación. Es importante tener una perspectiva similar del tipo de vida que desean tener. Lo que es importante para cada uno enmarcará la relación.
La compatibilidad no se refiere a llevarse bien o mal, ni siquiera se refiere a tener los mismos gustos. Es más bien algo que se construye, un terreno común en el que ambos están dispuestos a establecer su relación. Es necesaria cierta flexibilidad, pero tampoco podemos buscar cambiar al otro, o cambiar nosotros, para ajustarse a expectativas, esto es a menudo un síntoma de problemas de compatibilidad.
Lo opuesto puede resultar atractivo precisamente por ser diferente, pero con el paso del tiempo aquellas diferencias que en un principio nos parecieron interesantes, pueden pesar. No se trata de encontrar a alguien igual a nosotros, que piense y actúe en forma similar a como lo haríamos –para algunos podría resultar monótono– sin embargo, es necesario asegurarse de que en las cosas relevantes exista un entendimiento.
Escrito por: Elena Pedrozo