Hoy es un buen día para decirle ADIÓS al maltrato que estás padeciendo. Las agresiones contra tu persona pueden presentarse de diversas maneras. Estas son algunas:
Menosprecios verbales: insultos, escuchar permanentemente que no sirves para nada, que todos estarían mejor sin tu presencia, que dificultas las cosas, que estás viejo/a, gordo/a, etc. Poner en tela de juicio todo lo que dices como si tu opinión no fuese valiosa o importante.
Agresión física: golpes, patadas, que te obliguen a hacer cosas que no deseas. Si una persona tiene una contextura mayor que la tuya, estate alerta incluso a pellizcos o a empujones que, en casi todas las ocasiones, están totalmente fuera de lugar.
Presiones desmedidas: si intentan transformarte en quien no eres, no están respetando tu verdadera esencia.
Omisiones: no tenerte en cuenta, no darte tu lugar, no brindarte el apoyo o la ayuda que precisas en momentos clave.
Acoso (sexual o de cualquier clase) o utilizar poder o una posición superior para forzarte en contra de tu voluntad.
Infidelidad permanente y evidente.
No aceptar a tus hijos de relaciones anteriores (o intentar aislarte y separarte de tus padres, demás familiares, amistades).
Por lo general, las agresiones van in crescendo durante el transcurso de los meses. Lo que al principio es un enojo fuerte o un “¿inofensivo?” empujoncito va transformándose en algo peor, que incluso puede llegar a trasladarse a otros miembros de la familia. Como primer paso hacia una vida normal, que sí existe (aunque en tu hogar de origen hayas vivenciado otra cosa), ten en cuenta esto:
- No puedes aceptar cualquier cosa con tal de tener una compañía al lado tuyo, ya que ni imaginas en qué puede desembocar todo (aunque con solo leer los periódicos o ver las noticias en televisión, te darás cuenta de que para los agresores, no hay límites).
- No precisas la validación de tener un ser (despreciable) contigo para que creas que eres una persona completa –soluciona tus problemas de autoestima y de la índole que fueran antes de embarcarte en una pareja (que, hasta que logres tu equilibrio interno, será una “despareja”).
- Cuando tu intuición encienda un alerta roja en una nueva relación, préstale atención y reacciona conforme a ella.
- Si dependes económicamente de ese individuo, créeme que tienes dentro de ti los recursos necesarios para generar tu propio sustento y el de las personas a tu cargo, aunque nunca hayas trabajado o hace tiempo que no lo hagas –con solo observar más allá de tus límites actuales te darás cuenta de que lo que te digo es verdad.
- No inmiscuyas a tus hijos (o demás seres queridos) en tu elección. Eres responsable de las decisiones que tomas y de las que dejas tomar a otra gente por ti, creyendo de forma errónea que el no involucrarse y la sumisión son el camino más fácil.
Una vida sin maltrato es posible.
Hay más de una salida.
Puedes poner un STOP cuando lo decidas (aunque alguien intente persuadirte de lo contrario) y buscar el apoyo que requieres para seguir adelante de manera saludable, lejos de ese entorno enfermo. Piensa detenidamente qué familiar, amigo, compañero de trabajo, institución, profesional, etc., puede ayudarte a afrontar lo que se viene – tu liberación.
No tomar decisión alguna y esperar que todo cambie como por arte de magia (o por promesas permanentemente incumplidas) son un pasaporte directo a la desdicha y al peligro constante para ti y para quienes tanto quieres. Ya sabes que la situación solo puede empeorar y que, si eres madre o padre, además estás dando un mal ejemplo a los más pequeños. Si no sabes dónde encontrar la fuerza que te falta, tan solo míralos a ellos.
Eres un ser valioso que puede cumplir con todos los sueños y las ilusiones que tenías de pequeña -¿vas a darte tu lugar?
Escrito por: Merlina Meiler