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Útiles consejos para congelar tus alimentos

congeladosAprende a congelar los alimentos y a conservarlos en buen estado.

E

s muy común que luego de una cena o comida donde tuviste invitados (o no), los alimentos sobren. Evita desperdiciarlos y tirarlos a la basura, mejor congélalos. Se escucha fácil ¿no? pero en realidad existen varios tips que te presentamos a continuación, que te ayudarán a mantener la comida en buen estado, ¡aprovéchalos!

Hoy día la mujer se ha incorporado al mercado laboral ocupando espacios dentro de la economía del hogar. Esto ha provocado que la industria de los alimentos haya buscado métodos más adelantados para la preservación y conservación de los mismos, creando así los alimentos congelados y listos para servir . Sin embargo, podemos hacer esto de forma casera, siempre que contemos con un buen congelador. Las técnicas para congelar son una eficaz ayuda, también para quienes tengan un pequeño restaurante. Los invito a conocer sobre la alimentación congelada.

Capítulo 1 - Refrigeración. Conservación de alimentos

El refrigerador es necesario hoy en día dentro de la cocina moderna, muchas veces no sabemos utilizarlo de la manera adecuada, es decir almacenamos alimentos en él como si fuera una despensa, y realmente no lo es, muchas veces metemos en él alimentos procesados que no necesitan refrigeración quitando espacio y frío a otros que realmente si lo necesitan.
Lo primero que debemos saber es que es imprescindible que mantengamos la temperatura del refrigerador a 2°C (40 °F) como mínimo o más frío. Vigila siempre que esta norma se cumpla, para ello utiliza un termómetro de electrodomésticos en varios lugares del refrigerador. Y revisa su temperatura.
Los alimentos más perecederos como las carnes (ave, pescado o vacunas) que utilizarás de inmediato (si no congélalas), los huevos y los productos lácteos, guárdalos siempre en el lugar más frío del refrigerador.
Utiliza el espacio adecuadamente para colocar los alimentos menos perecederos como las hortalizas, que casi siempre tienen un lugar especial o cajón dentro de nuestra nevera.
Las botellas, como el vino de cocina, el refresco o las salsas comerciales (kétchup, mayonesa, mostaza y etc.) también tienen un lugar especial generalmente en la puerta.
Algunos refrigeradores tienen un espacio para poner los huevos, que generalmente está en el lugar más frío y cerca del congelador.
No llenes tu refrigerador demasiado con alimentos que al final deberás tirar por no utilizarlos, porque eso podría hacer bajar la temperatura adentro, ya que cada alimento absorbe un poco del frío. El aire frío que produce el refrigerador debe poder circular libremente para enfriar los alimentos debidamente.
Revisa constantemente tu refrigerador, límpialo y saca las comidas derramadas o que se han echado a perder y están ocupando un espacio primordial en tu refrigerador y además lo están contaminando, permitiendo que las bacterias crezcan. Recuerda que la temperatura del refrigerador es muy suave, y que sólo retarda el crecimiento de la bacteria pero no las detiene.
No uses bolsas ni recipientes de plástico que no sean aptos para guardar alimentos, ni vuelvas a usar bolsas de plástico que originalmente tenían carne, aves o pescado crudos, para envolver otros alimentos.
Envuelve muy bienEs imprescindible que mantengamos la temperatura del refrigerador a 2°C (40 °F) como mínimo o más frío las carnes (todas) de manera que el jugo no gotee y contamine otros alimentos dentro de tu nevera. Y si los usaras de inmediato podrías ponerlos sobre un plato u otro recipiente. Si su uso no es inmediato es mejor que los envuelvas bien y los congeles por porciones etiquetando con el contenido y la porción (ejemplo: Carne molida - ½ kilo o 1 libra), esto te facilitará su uso, pues sólo bajarás del congelador a la nevera, la porción que deseas utilizar para preparar una receta o una comida.
El congelador es muy útil, cuando no queremos congelar grandes cantidades de comida, sólo la carne de nuestro mercado semanal o mensual y alguno que otro plato preparado, para utilizarlo en un momento adecuado.
Es muy importante mantener la temperatura de nuestro congelador a -18°C (0°F) o más fría pues la calidad de los alimentos se deteriora a temperaturas mayores que las indicadas, para eso debe revisar constantemente la temperatura con un termómetro de electrodomésticos.
Una buena regla general o señal a considerar es que si nuestro congelador no puede mantener el helado duro, entonces la temperatura no es la adecuada y no está lo suficientemente fría, poniendo en riesgo nuestros alimentos congelados y nuestra salud.
Recuerda que aunque la temperatura del congelador detiene o previene el crecimiento de las bacterias, no las mata. Por eso, a medida que los alimentos se descongelan, pueden volverse peligrosos y causar enfermedades de transmisión alimentaria.
Es por esto que debemos descongelar los alimentos que vayamos a preparar de inmediato en el refrigerador, preferiblemente durante toda la noche para que estén totalmente descongelados. Si vas a preparar alguna carne, sácala del congelador antes de acostarte, y colócala sobre un plato en la parte mas fría de tu refrigerador, y déjala allí hasta el momento en que la vayas a preparar. Si la vas adobar, espera a que esté completamente descongelada y ponla en un recipiente con las marinadas (vino, especias, cerveza etc.) y déjala reposar un tiempo antes de comenzar con su receta.
Si la carne está cocida, igualmente ponla en la nevera durante toda la noche para que se descongele, por esto es importante etiquetar todo lo que congelemos.
Empaqueta siempre los alimentos que van al congelador en envolturas o recipientes aptos para congelar, es decir, a prueba de humedad y vapor, recuerda que la congelación se produce por la solidificación del agua contenida dentro de las células de los alimentos, formando el hielo.
Una congelación lenta forma cristales de gran tamaño, los cuales son más perjudiciales para los alimentos, llegando a romper la estructura de la membrana celular y provocando la salida del agua de los tejidos con lo que también se pierde elasticidad.
Por eso una congelación rápida es más conveniente pues los cristales son más pequeños.
Utiliza solamente papel de aluminio, celofán o bolsas aptas para el congelador o recipientes especiales para congelador que generalmente se identifican porque lo dicen en la base.
En los supermercados existe una cinta adhesiva que es especial para usar dentro del congelador, que se pega y no se despega por la humedad, úsela siempre para asegurarse de que la envoltura está completa y herméticamente cerrada.
Los alimentos que se hayan descongelado parcialmente pueden volverse a congelar, siempre y cuando todavía conserven cristales de hielo Aunque no lo creas, el frío quema los alimentos, (es cuando por ejemplo la carne ha estado expuesta al frío, y se ve una parte oscura con mal aspecto y seca), así que vigila bien si la envoltura se rompe o tiene agujeros. Para estos casos es mejor envolverlo nuevo y asegurar la envoltura con cinta adhesiva.
Un consejo invaluable es el que debemos poner etiquetas a todos los alimentos en el congelador con la fecha, el tipo de alimento y el peso o el número de raciones que contiene, también existen etiquetas aptas para los congeladores que no se caen con la humedad. Y es una invaluable ayuda cuando queramos descongelar algo para prepararlo. En los congeladores grandes siempre se lleva un cuaderno o minuta que informa todo esto, sería muy útil hacer lo mismo para el pequeño congelador domestico que tiene nuestra nevera.
Otro consejo apreciable es aquel que nos dice que los alimentos que se hayan descongelado parcialmente pueden volverse a congelar, siempre y cuando todavía conserven cristales de hielo aunque hay que destacar que volver a congelar un alimento reduce la calidad del mismo.
Excepto esto que ya dijimos, no vuelvas a congelar platillos combinados o preparados, como guisados, sopas y guisos horneados pues ya pierden todo su valor nutritivo y su calidad, utilízalo completamente y prepara otro plato con las sobras. Muchas veces las sobras de un guisado en la comida, nos sirven para un plato delicioso para la cena con solo agregarle o cambiarle algo o utilizándolo como ingrediente de otra receta.


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os alimentos congelados sean comprados así o preparados y congelados en casa, constituyen una ayuda eficaz para preparar un menú cuando no se puede hacer la compra diaria. La planificación de los menús será más fácil pues tendremos alimentos preparados a mano que con solo agregarle algunos toquecitos, convertiremos algo simple en una comida de sibaritas. En el mercado encontramos una amplia oferta de ellos, he incluso no solo platos ya preparáramos sino también ingredientes congelados listos para preparar, como por ejemplo, cebollas, ajos, verduras de hoja para ensaladas y hortalizas picadas, listas para hacer una sopa.

¿Por qué los alimentos congelados?
Contestar esta pegunta es fácil, claro, nunca podremos comparar un plato recién terminado de cocinar de un plato que ha sido hecho y congelado, pero hoy día, la cocina está llena de recursos que nos ayudan hacer la vida mas fácil. Ahora, los padres o el ama de casa (muchas veces el encargado de la cocina es el padre, ya sea porque es un padre soltero, o porque el hombre ha tomado otros roles dentro de la familia ayudando en su administración cuando la esposa también trabaja), que también trabaja en la calle, puede utilizar los fines de semana para preparar y adelantar algunos platos que puede ofrecer en la cena en el almuerzo, o simplemente dejar para que con el recurso del horno microondas sus hijos puedan disfrutar de una comida, sana, apetitosa y casera con solo unos segundos para recalentarla sin tener que recurrir a comida rápida, que no es mala pero si con menos nutrientes, como son los perros calientes (hot dog), hamburguesas o pizza.
Por todo esto podemos decir de los alimentos congelados lo siguiente:
1. Si preparamos y congelamos nuestros alimentos, podemos conservar sus nutrientes, para ofrecer a nuestra familia comidas saludables.
2. La congelación mantiene a raya las bacterias pero no las elimina.
3. Los alimentos congelados en condiciones óptimas (empacados muy bien en contenedores esterilizados y con tapa hermética) pueden permanecer en un congelador doméstico de 3 a 12 meses, y ser un recurso delicioso para una comida.
Los alimentos congelados sean comprados así o preparados y congelados en casa, constituyen una ayuda eficaz para preparar un menú cuando no se puede hacer la compra diaria Todo esto facilita la labor del hogar.
Para lograr obtener el máximo de provecho de nuestra congeladora y de nuestro plan para cocinar hacia el futuro, sigue estas recomendaciones:
1. Asegúrate de que el congelador esté a 0 °F (-17.8 °C) o más frío y que el refrigerador esté a 40 °F (4.4 °C) o más frío.
2. Debemos tener un control permanente sobre lo que tenemos en nuestro congelador, si llevamos un inventario, podemos planificar en qué momento consumir, las etiquetas con las fechas y el contenido del envase, nos ayudan a hacer menús que ofrecer a nuestra familia. Si el paquete está roto o está lleno de hielo y escacha es mejor que consumamos de inmediato su contenido
3. La revisión continua de nuestro congelador nos permite saber lo que tenemos, y sacar o poner a mano los alimentos que vamos a consumir en más corto tiempo
4. Debemos vigilar las fechas de caducidad, cuando etiquetemos tenemos que dar un estimado en la fecha en que nuestros alimentos no estarán en las mejores condiciones, tanto si son casero como si los compramos congelados. Los congelados comerciales tienen fecha de preparación y de expiración, tratemos al comprarlos hacerlo lo más frescos posibles.
5. No debemos llenar demasiado nuestro congelador, los alimentos se congelan mejor cuando cuentan con espacio suficiente para que pase entre ellos el aire frío del congelador
6. Nunca debemos meter alimentos calientes dentro de nuestro congelador, debemos dejarlos enfriar a la temperatura ambiente antes de congelarlos. Además de proteger los otros alimentos almacenados, protegemos de esta manera el equipo.
7. Cuando vayamos a utilizar un alimento congelado, debemos dejarlo descongelar en el refrigerador completamente, antes de calentarlo o cocinarlo.
8. Si descongelamos un alimento, es mejor consumirlo, esto se debe seguir mucho más si la comida no ha sido cocinada. Por ejemplo, si hemos descongelado una carne y prepararnos con ella una salsa o un guiso, podemos congelar este guiso o esta salsa, pero nunca volver a congelar la carne cruda que nos ha sobrado.
9. Por el valor nutricional, es mejor consumir el alimento descongelado el mismo día.

Consejos para congelar comida cocinada o las sobras

El sabor y las texturas de las comidas cambian ligeramente al congelarlas, por esto es importante seguir algunos consejos básicos:
1. No cocines por competo los vegetales, las legumbres o granos o las pastas, déjalas al dente si vas a congelarlas, luego al preparar el plato las puedes añadir y terminar de cocer.
2. Añade algo de líquido a la salsa espesa en el momento que las descongeles. Evitarás de este modo que se peguen al fondo de la cazuela, o simplemente caliéntalas en baño maría o en el microondas.
3. Añada especias o ingredientes sazonadores o aromáticos como ajo o cebolla, cuando estés volviendo a calentar el plato, o al preparar la receta utilizando ingredientes congelados, pues estas especias o sazonadores pueden cambiar su sabor cuando se congelan.
4. Guarda la comida que sobra en recipientes limpios (mejor estilizados) y con tapas.
5. Cuando preparares grandes cantidades como por ejemplo una sopa, o un guiso, divídelo en porciones y guárdalo en varios recipientes pequeños y no muy hondos, y utilízalos en los momentos en que necesites para una receta o para una comida según los comensales que tengas, sin tener que descongelar la olla completa de sopa o guiso. Recuerda que una vez has descongelado un alimento, es mejor consumirlo totalmente.
Por ejemplo, si tienes una cena para cuatro personas, sólo tienes que descongelar los cuatro recipientes con su respectiva porción.
Cuando vayamos a utilizar un alimento congelado, debemos dejarlo descongelar en el refrigerador completamente, antes de calentarlo o cocinarlo 6. Una vez que las sobras hayan sido descongeladas no deben guardarse de nuevo. Por tu seguridad, tira las sobras que quedaron de nuevo.
7. Los alimentos se pueden volver a congelar sin peligro, si todavía mantienen cristales de hielo en su interior o están a una temperatura de 40 °F (4.4 °C) o más fría. Esto en caso de que haya habido un corte de suministro de luz y los alimentos dentro de su congelador comenzaran a descongelarse.
8. Ordena tu congelador de forma que no tengas que mantener mucho tiempo abierta la puerta mientras buscas al fondo algún alimento, por esto es muy útil llevar un inventario (por ejemplo en un cuaderno: pollo asado, porción para 2 personas, bolsa azul con cinta roja, con las especificaciones de la etiqueta).
9. Congela tus alimentos poniéndole señas distintivas, para estos casos puedes usar etiquetas de colores o cintas. Esto te permitirá encontrar dentro de tu congelador, los alimentos en el menor tiempo.
10. Los alimentos que se van a guardar en el freezer, deben retirarse del fuego antes de que estén totalmente cocidos, excepto la repostería y los panes. El intenso frío ablanda las comidas y al descongelar al horno o a baño de María se pasarían de cocción.
11. Los alimentos deben ingresar al freezer fríos. Solamente la repostería en general y el pan, es conveniente guardarlos tibios para que retengan su humedad natural.
12. Cuando se envasan líquidos debe quedar un espacio libre, de por lo menos 3 cm entre el borde del envase y el líquido. De otra manera se corre el riesgo de que rebasen, ya que los líquidos aumentan al doble de su volumen al congelarse.

Un consejo básico para las recetas precocinadas: luego de terminada la preparación, enfría y etiqueta con la información, congela en un contenedor tapado. Para preparar la comida o la cena, descongélala durante 24 horas en el refrigerador. Calienta a fuego lento, sirve caliente acompañado de la guarnición al gusto.


A

ntes de salir a comprar, ten a la mano lápiz y papel, y toma estos consejos en consideración:
1. Anota lo que deseas comprar para no hacer compras inútiles, revisa tu inventario de congelador, allí sabrás exactamente con qué cuentas y qué debes reponer.
2. Recuerda que si lo que quieres es ahorrar tiempo, los supermercados ofrecen gran cantidad de alimentos ya preparados y congelados, incluso ofrecen los ingredientes listos para preparar alguna receta, pero estos paquetes congelados y listos siempre tendrán un valor superior al que tendría comprando los alimentos frescos y preparando las recetas para congelar en casa. Por supuesto que ahorrarás tiempo al comprar congelados listos para calentar y servir, pero no ahorrarás dinero. Piénsalo y toma una decisión, aunque puedes llevarte algunos para un momento especial o para una emergencia.
3. Recuerda también que ahorras comprando al mayoreo, o en gran cantidad, pero también debes pensar si no aburrirás a tu familia ofreciendo siempre la misma dieta, sólo porque no tienes una variedad de productos en tu congelador. Compra al mayoreo la carne, aquellos productos de uso frecuenteCompra lo que realmente necesitas o lo que sabes que usarás, comprar comida por comprar, sólo porque está a buen precio no es muy buena decisión y con los cuales puedes preparar diferentes recetas, sin que la cocina se torne repetitiva. Hay gran variedad de productos congelados que te servirán para hacer más apetitosas y agradables tus recetas. Escoge bien lo que vas a comprar. Y si lo vas a hacer al mayoreo, calibra si verdaderamente el precio es favorable.
4. En el caso de los vegetales un ejemplo: si compras un pimiento excesivamente grande, lo mejor es que lo uses completamente. Al partirlo comienza a perder sus vitaminas y propiedades, entonces es mejor comprar varios pequeños y usarlos en la medida en que los necesitemos. Otro ejemplo para aclarar, muchas veces veo a las amas de casa, escoger las cebollas más grandes, y luego para usarlas, sólo necesitan una pequeña, cortándola por la mitad o un cuarto. La que queda cortada se irá poniendo mala mucho más rápido. Sé sabia al comprar tus alimentos, más grande no significa mejor, sobre todo si tienes una familia estándar. Si tienes un pequeño restaurante, entonces es más factible que sí necesite comprar vegetales de gran tamaño. Adáptate a tu situación.
5. Compra lo que realmente necesitas o lo que sabes que usarás, comprar comida por comprar, sólo porque está a buen precio no es muy buena decisión. Recuerda que comer es un placer, compra alimentos que sean placenteros para ti y tu familia.

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