Encontrarse con la soledad después de una relación de pareja fallida no es igual a decidir vivir solos. Porque muchas veces no estamos eligiendo esta opción, sino separarnos de la persona con la que compartíamos nuestros días (por la razón que fuese) y el tener que vivir en soledad viene por añadidura.
O, en realidad, nuestra ex pareja tomó la decisión por nosotros y nos encontramos en un apartamento o en una casa sin otros integrantes y sin saber muy bien qué hacer o cómo encarar el día que se nos presenta.
Algunas ideas que te pueden acompañar en esta nueva etapa:
Si estás cómodo con tu soledad, pues disfrútala. Tal vez sea algo que añoraste durante algún tiempo. Quienes ya vivieron solos antes de casarse o de juntarse, tienen más idea de cómo hacer funcionar su casa y las tareas domésticas por sí mismos, aunque hayan pasado varios años desde ese punto.
Si no estás cómodo con esta nueva soledad, entonces lo más seguro es que sea tan solo transitoria. Hay gente que “nació” para compartir su cotidianeidad y su hábitat con otros y no se sienten en plenitud al llegar a casa y no tener a nadie con quien hablar. Si este es tu caso, una mascota puede ser una buena opción para ayudarte a paliar esta circunstancia. También lo es elegir mudarte cerca de un familiar o de un amigo en quien verdaderamente confíes y sepa contenerte.
Tiempo ¿libre?: Tal vez te atiborres de tareas y de compromisos o pases ratos en silencio, sin compañía alguna, intentando encontrarte a ti mismo en esta nueva realidad. Lo que necesites y esté bien para ti, es válido. Nuevamente, ten en cuenta que solo es temporal y algo muy bueno y positivo golpeará tu puerta, a su debido momento.
Si tienes hijos: haz que compartan tu espacio lo más que puedas. Los hombres separados, muchas veces, se enfrentan al temor de no saber bien qué hacer si tienen a sus hijos en su casa un fin de semana completo o durante los días de semana, ya que delegaron muchas tareas relacionadas con ellos en su ex mujer. Créeme que te darás cuenta de cómo afianzar la relación con tus niños antes de lo imaginado: los papás también tienen ese instinto que se despierta automáticamente al estar frente a sus adorados pequeños. Será un aprendizaje entrañable y ventajoso para ambas partes.
Hay cierto vacío que es lógico que se presente (la persona con la que compartías tu vida ya no está); más allá de la situación puntual por la que no están juntos, intentar negar este vacío sería tratar de tapar el sol con un dedo. Con el correr de las semanas y de los meses, todo tomará un nuevo lugar, tanto si no puedes manejar esta ausencia ahora como si, de algún modo, le has dado la bienvenida. Busca ayuda profesional o en tu gente de confianza si te sientes trabado para avanzar hacia el equilibrio durante más tiempo del que consideras prudencial.
¿Te sientes o te sentirías cómodo viviendo en soledad?
Escrito por: Merlina Meiler