Apenas atravesando el límite que deja atrás otra tierra, se siente un ambiente incomparable; uno se asoma por la ventana y figura un paisaje totalmente diferente y cautivador a los ojos, su aire caliente y frío descompone por momentos los sentidos de los visitantes. Su olor a tierra fresca resalta su estilo provinciano y el sol de medio día revela su alma deseosa de mostrarnos sus tesoros tradicionalistas.
El hermoso estado de Michoacán ubicado en el extremo centro occidente de la República Mexicana, toma su nombre del náhuatl que significa “Lugar de Pescadores”, fue origen del imperio purhépecha que se extendió por casi todo el centro de la República Mexicana.
Desde la época prehispánica hasta nuestros días es fuente de una belleza extraordinaria que sobresale en sus paisajes naturales, su arquitectura colonial, su gastronomía, sus artesanías, sus costumbres y tradiciones y la hospitalidad de su gente.
Sus tradiciones más arraigadas también se ven reflejadas en asombrosas expresiones de danza. Caso peculiar la danza de Huehues, que derivan de los que antiguamente se dedicaba al Dios Viejo. Mejor conocida como la danza de “los viejitos”, del grupo tarasco o purhépecha de la región michoacana.
Hasta ahora, lo anteriormente mencionado, nos ha servido para contextualizar un poco sobre la región michoacana, sus prácticas y costumbres; y para comprender un poco más de las tradiciones tan arraigas que mantienen los descendientes purépechas. No es extraño entonces que, durante miles de años, se hayan encargado de mantener viva una de las tradiciones más representativas de su tierra y de México entero.
El uno y dos de noviembre, días en que los muertos tienen licencia para embarcarse en un viaje de regreso para visitar a sus familiares vivos que aún se encuentran en la tierra, se celebra el tradicional “Día de Muertos”.
“La creencia de una vida más allá de la muerte es uno de los elementos que explica la importancia de los ritos funerarios y de la celebración que hoy conocemos como Dia de Muertos. A esta celebración de los pueblos purhépechas de Michoacán se le reconoce como Ofrenda para las animas o Kejtsîtakwa”
“¿Miedo a la muerte? Uno debe temerle a la vida, no a la muerte”.
Marlene Dietrich
La muerte es una vida vivida. La vida es una muerte que viene.
Jorge Luis Borges