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3.- Por años, de pequeña, lo único que dibujaba eran banderas de los distintos países. Hoja tras hoja lo único que había eran banderas. También recuerdo que el rompecabezas que más me gustaba y no dejaba de hacer era uno de trajes típicos de países. Creo que debí buscar una chamba en la ONU.
4.- Fue muy doloroso enterarme que Santa Claus no existía. Alguien dio por un hecho que yo ya lo sabía y sin más reparo me dijo que no me hiciera la que no lo sabía. Desde entonces no me gustan las fiestas decembrinas y por mí, nos podíamos quedar con 11 en lugar de 12 meses en el año.
5.- Me encantaba acompañar a mi padre a dejar a mis hermanos mayores a la escuela. Ser la más pequeña, en ese momento, tenía sus privilegios...
6.- Recuerdo que la maestra de cuarto de primaria nos preguntó en un examen: ¿qué quieres ser de grande? Sin mucho pensarlo: maestra de pueblo. Incluso ya tenía diseñado un plan para hacerme de -o debo decir robarme- muchos libros de texto, los cuales eran gratuitos y así llevarlos a las comunidades. Quién me iba a decir que cierta lideresa sindical me iba a copiar la idea y se iba a "hacer" de los recursos de la educación gratuita de este país. De haberlo sabido, hubiera cuidado mejor mi idea, jajajaja.
7.- Viajé mucho por las carreteras del país en una línea de autobuses, cuyo lema era "Primero muertos que llegar tarde" (Flecha Roja) y todavía hay quién me pregunta por mi pánico a manejar por las autopistas. Muchas veces pensé que mi vida acabaría en un barranco en medio de la nada en compañia de una bola de desconocidos.
8.- La gran parte de mi educación escolar, desde el kinder hasta la prepa, la pasé en la misma escuela para puras mujeres. Hoy debo confesar que fui yo quién tomó "prestadas" las llaves de la maestra de cocina y una a una las aventé a la calle. Algo que decir en mi defensa: decirle estúpida a una adolescente rebelde y reaccionaria tenía que tener sus consecuencias. Todas mis compañeras de clase, sabían de mi autoría intelectual y material, por lo que fueron interrogadas una a una por separado por la directora de la secundaria. Ese día fue maravilloso porque supe de algo que parece imposible: la solidaridad femenina. Al no haber testigos, ni confesión expresa del hecho, no fui explusada de la escuela. Ufff!! pero la vi cerca...
9.- Mi primer opción de carrera profesional fue ser historiadora. Reconozco que lograron persuadirme de serlo con el argumento de que" Estudia algo que deje, porque si no vas acabar dando clases", jajajajaja.
Sin comentarios....
10.- De niña le tenía pavor a las arañas. Todavía recuerdo los dramas que armaba. No importaba el tipo, tamaño o color, igual salía muerta del pánico. Hoy son las cucarachas. El otro día tuve que enfrentar mi miedo. EraHe aprendido que la vida es solo un instante. He decidido no desperdiciarla en cuestiones absurdas y sin sentido
ella o yo. Y así frente a frente gané esa batalla. No fue fácil, pero nada como el sabor de la victoria.
11.- Tengo, según mi médico, un umbral al dolor muy alto. Lo cual pude comprobar el día que nació Santiago. Por poco y nace en la casa, ya que tenía las últimas contracciones y yo ni en cuenta. Al llegar al hospital pasé directamente a la sala de "expulsión" y sin tiempo para la anestesia. Como quien dice a la viva México. Mi médico me recomendó que con mi próximo hijo, al momento de sentir las primeras contracciones corriera de inmediato al hospital...no he tenido la oportunidad de comprobarlo. Confieso que me he quedado con ganas de tener una hija.
12.- Hoy, puedo saber que parte de mi personalidad tiene un nombre científicamente asignado: inteligencia intuitiva. Según un periodista norteamericano, Malcolm Gladwell, en su ensayo Blink, una persona puede ser capaz de conocer a otra en segundos o tomar una decisión sin disponer de muchos datos. Rara vez me equivoco cuando me dejo llevar por mi intuición. Me siento bien al saber que no siempre debe haber un buen número de "razones lógicas" para tomar una decisión. Se trata de lo que comúnmente definimos como "me late".
13.- Nunca terminé yo con una relación de pareja. Siempre me terminaron o me cambiaron por alguien más. Confieso que en varias ocasiones me hubiera gustado ser Angelina Jolie, y no necesariamente por sus labios, sino por su marido. Confieso que en momentos he deseado el hombre de mi "prójima", pero mi bien plantada estructura moral nunca permitiría que fuera más allá. Pero como diría el Chapulín Colorado: "No contaban con mi astucia", yo no contaba con la astucia de otra que se llevó a mi prójimo-marido. Hoy, completamente recuperada del robo, no puedo más que darle las gracias de todo corazón. Me gané a mí misma...para todo lo demás está MasterCard.
14.- Nunca he utilizado mi autoridad como maestra o una calificación para perjudicar intencionalmente a un alumno. Jamás lo haría, así que pueden estar tranquilos, su calificación, cualquiera que haya sido, fue bien ganada.
15.- Pude salvarle la vida a alguien. Fue en diciembre de 2005 en Puerto Vallarta, Jalisco. Mario, el esposo de mi madre y yo estabamos en el mar. Mi madre, desde la orilla, nos gritaba que no nos alejaramos tanto. Cuando me acerqué a él para advertirle, lo único que me dijo era que no podía más y que se estaba ahogando. Sólo pensé: Nado bien y San Charbel ayúdame. No recuerdo nada más, llegamos a la orilla, donde lo atendieron rápidamente, ya que un puesto de Socorro se encontraba cerca. Fui la "rock-star" del hotel y de mi familia por varios días. Soy fiel devota de San Charbel, la virgen de Guadalupe y de manera reciente y por obvias razones de San Antonio de Padua. Una tía fue hace unos meses a Italia y le dejó una foto mía, yo por mi parte todavía lo tengo de cabeza. Espero no tarde el milagro, jajajaja.
16.- Me caigo con frecuencia. Sé que muchos dirán: "Pero eso sí ya lo sabíamos, hasta hemos tenido la oportunidad de presenciarlo", pero lo que no saben es cómo fue la última caída. Sentada pasando lista en un salón de clases, jajajaja. No podrán negar que ésta no podía faltar en la lista...
17.- Formo parte del grupo estadístico del periódico Reforma. En dicha encuesta se decía que las mujeres somos menos corruptas que los hombres, pero no porque sean más honestas, sino que somos más persuasivas. Olvidé, por varios meses, que tenía que verificar mi coche. Una vez, que el oficial estuvo junto a mí, no paré de llorar a moco tendido. El pobre ni siquiera me entendía lo que le decía. Está bien, pague su multa ...y ya tranquila. Pude comprobar el gran entrenamiento que había recibido de las películas mexicanas de Libertad Lamarque y Marga López... pero lo más maravilloso fueron esas tardes viéndolas junto a mi padre.
18.- Siempre he regresado un libro cuando me lo prestan. No voy con la idea que dice: "Tonto el que presta un libro, pero más tonto el que lo regresa". Tampoco le debo dinero a nadie y no tengo grandes deudas. En lo que nunca dejaría de gastar, sería en comprar libros.
19.- Fui sola a un partido del Real Madrid en el Santiago Bernabeu. Han pasado casi dos años y todavía no puedo describir lo sublime de la experiencia. Algún día lo haré...
20.- He aprendido que la vida es solo un instante. He decidido no desperdiciarla en cuestiones absurdas y sin sentido. He decidido que no dejaré pasar la oportunidad de querer, de amar, de abrazar, de besar, de admirar, de sorprender, de buscar, de encontrar, de mirar, de escuchar, de llorar, de reir, de decir, de callar. Si has llegado a leer hasta este punto...mil gracias, yo también te quiero.
Escrito por: Maricarmen D.J.
