Nunca dejes de tomar tu seguridad personal con seriedad. Todos los días, las noticias están llenas de historias de mujeres víctimas de delitos violentos. Nos preocupamos por nosotras mismos, por nuestras amigas y familiares. Estas tácticas pueden ayudarte a reducir las probabilidades de convertirte en una víctima.
1. Camina segura. Mantén la cabeza alta, la columna recta y los hombros hacia atrás. Mira los rostros de las personas. Los perpetradores buscan víctimas con un perfil particular, personas que van distraídas o mirando al suelo. En cambio, tienden a alejarse de aquellos que ya los vieron y que los podrían identificar.
2. Utiliza el sentido común. Esto debería ser lo más importante, y mucha gente lo subestima. No vayas a lugares desconocido sola, oscuros –y muchos otros ejemplos menos extremos como: el cierre de las puertas, que la gente sepa dónde estás y cuándo vas a estar en casa, etc. Yo entiendo que la mujer moderna no tiene que reportarle a toda la gente sus actividades o restringirlas, pero todavía tenemos que aplicar el sentido común por protección y no confiarnos. Siempre hay alguien a quien le puedes avisar a dónde vas sin sentir que estás pidiendo un permiso. Es mejor prevenir que lamentar.
3. Confía en tu intuición. Nacemos con "instintos". Si a través de los años no hemos negado y reprimido a estos instintos nos puede ayudar en situaciones de peligro. Si tienes un “mal presentimiento” es probable que haya una razón de peso para ello. Detente si es posible e intenta identificarlo y resolverlo. Posiblemente percibiste algo que no registraste conscientemente, pero es suficiente para causar una reacción de alerta de tu cuerpo.
4. Siempre ten en mente un plan. Debes estar preparada para defenderte si es necesario. No es suficiente saber cómo, verbal o físicamente. Esperemos que nunca te encuentres en una situación así. Puedes tomar clases de defensa personal, sin embargo, recuerda que no por el hecho de saber alguna técnica debes hacer uso de ella, sobre todo si no tienes la suficiente experiencia o si la situación ya te rebasó. Nunca intentes forzarlo. Nada de lo que traes en la bolsa vale tu integridad o tu vida. La idea de tomar clases de defensa va más orientada a que adquieras confianza en ti misma y habilidades para la prevención, no para que sientas la necesidad o confianza de correr riesgos innecesarios. Si aprendes de fondo lo que significa la defensa personal, evitarás muchas situaciones de riesgo y percibirás el peligro antes de que sea inminente. No tendrás que recurrir a técnicas (y no debes hacerlo) salvo como última opción.
Estos consejos de protección personal deben convertirse en una segunda naturaleza. No se trata de vivir en un estado de paranoia permanente. Estar preparada te ayudará a ganar confianza e independencia.
Escrito por: Confesiones de Sofía