Aprender a construir y mantener la confianza en uno mismo es esencial para tener éxito en todas las capas de nuestra vida pero es de las características más difíciles de cultivar. Sin embargo, aquí les dejo 3 consejos para aumentar tu confianza en poco tiempo:
1. Haz de ti tu mejor amigo(a)
Todos tenemos cosas que no nos gustan de nosotros pero también tenemos excelentes cualidades que, a veces por ser nuestro crítico más duro, olvidamos. Enfócate en las cosas buenas que tengas, siempre arréglate bien, sonríe constantemente, cuida tu postura, camina con la cabeza en alto, cambia lo que no te gusta de ti, si puedes, y acepta lo que no puedes cambiar.
Como otro ejercicio les recomiendo hacer una lista con las cualidades, actitudes, hábitos y demás cosas que les gustan de ustedes para que las aprendan a reconocer y vuelvan a ella cada vez que sientan que no tienen nada bueno. Aparte, hagan otra lista con solo 2 cosas que no te gusten de ti y al lado una acción pequeña que te ayude a hacer al respecto así como una fecha específica de cuando piensas realizarla.
2. Aumenta tus capacidades
Práctica constantemente las cosas en las que quieres mejorar, toma cursos, haz tutoriales y lee sobre los temas de los cuales necesites o quieras aprender más, rétate mediante pequeños objetivos realistas y cumple con cada uno de estos.
3. Rodéate de gente positiva
Si hay gente, cosas o lugares que te hacen sentir mal o te deprimen, trata de evitarlos. Busca estar con gente optimista, que constantemente le ven el lado coca-cola a la vida (las cosas bonitas de este mundo), que tenga la actitud “yo puedo”, gente que te respete y te valore por lo que eres.
4. Arriésgate
Acostúmbrate a salir de tu zona de confort de vez en cuando, mantente con la mente abierta a nuevas experiencias y toma riesgos. Si queremos que algo ocurra, debemos atrevernos a cambiar algo que permita que ocurra a pesar de la posibilidad del fracaso, el rechazo o el hacer el hazmerreír, hay cosas que valen la pena. Además, cada cosa que logremos hacer que suceda, por más pequeña que sea, nos ayuda con nuestra confianza.
Recuerda que en varios años nos arrepentimos de lo que dejamos de hacer o intentar y nos duele más la pregunta del tipo ¿qué hubiera pasado si yo hubiera…? aunque, en el corto plazo, nos parezca peor el atrevernos. Como dice la sabiduría popular, “el que no arriesga un huevo, no gana un pollo”.
Fuente: Lo Que le Diga