Tener metas en la vida es importante. Para algunos, tan sólo crearse objetivos logra un cambio positivo. Cuando tienes un fin, estás creando un reto apasionante para ti misma. Para asegurarte de que tengas las herramientas adecuadas para hacer frente a ese desafío, hay tres pasos a seguir.
Escríbelo. El primer paso es escribir la meta en un papel. Esto puede parecer un paso simple, pero logra que tu objetivo se vuelva visible y tangible. También es recomendable ponerla en algún lugar donde lo veas con frecuencia.
Vamos por partes. Tal vez tu meta sea bajar de peso. Pareciera algo difícil de conseguir, pero si lo separamos en etapas, en metas más pequeñas, es mucho más sencillo manejarlas. Esto parece una cosa difícil de hacer. Pero cuando nos separamos de este objetivo en partes diferentes, estas metas más pequeñas son más fáciles de manejar. Perder 10 kilos parece abrumador, pero perder 1 kilo en dos semanas es algo que definitivamente se puede lograr.
Recordatorios. Con tantas cosas que hacer, tu meta parece desdibujarse por momentos. Necesitas poner algo que te lo recuerde en un lugar estratégico, en el cual lo veas durante tu día (el refrigerador, el espejo, escritorio, etc.).
Con otros dos pasos, ya estás en el camino para lograr tu objetivo.
Actúa. Cuando ya tienes la meta, debes tomar acción en el momento adecuado. No dejes pasar las oportunidades, no pospongas. Cumple en tiempo y forma.
Medita en tu meta. Cuanto más se medita sobre el objetivo, fluyen mejor las ideas y la voluntad para lograrlo.
Escrito por: Supert