Escrito por: Merlina Meiler
Eres el resultado de todos los años que has vivido y de las experiencias que has atesorado durante este tiempo. No te creas limitado por las cosas que te parece que ya no puedes hacer. Cada etapa de la vida tiene su encanto y estoy segura de que ahora puedes disfrutar situaciones que hace años era impensable (por un tema de personalidad, de ocupaciones/tiempo libre o de mayor independencia familiar o tranquilidad económica).
No se trata de no hacer cosas para vernos mejor. Casi todos, en mayor o en menor medida, intentamos modificar algo externo para que el paso de las décadas se sienta menos.
Tampoco hace falta que andes revelándole a la gente los años que verdaderamente tienes, si no deseas hacerlo. Un poco de coquetería siempre es entendible. Lo realmente importante es que te sientas bien con el número que marca el calendario. TenerMirar hacia atrás con añoranza es bueno durante unos instantes; si te quedas atascado y crees que “todo tiempo pasado fue mejor”, ahí radica la causa del problema una actitud interna de agradecimiento hacia todo lo vivido, tanto bueno como malo, brinda paz interior, que se transforma en una base sólida de cara a un futuro más pleno.
Tu edad es solo eso, un número. Hay situaciones que se te presentaron y otras que no, y así nos sucede a todos. Si te sientes joven, con energía, vitalidad interna, optimismo y ganas de vivir cada momento con intensidad, tu calidad de vida será buena. Hay gente muy joven que no lo ve así y pareciera que cargaran en sus espaldas con mayor peso que mucha gente grande.
Mirar hacia atrás con añoranza es bueno durante unos instantes; si te quedas atascado y crees que “todo tiempo pasado fue mejor”, pues ahí radica la causa del problema. Por ejemplo, nos genera una sonrisa recordar nuestra época de estudiantes, pero imaginar que fue lo mejor que nos ha pasado limita nuestras posibilidades reales de felicidad futura, y además, nos impide ver todo lo lindo de la época posterior, sin exámenes ni inseguridades típicas de la edad.
La capacidad de valorar y de disfrutar de cada día que se te presenta es tuya, y aquí radica la verdadera edad interior de las personas.
¿Aceptas tu edad?
Escrito por: Merlina Meiler