Tanto el cabello, como la piel y las uñas, se encuentran en constante renovación y su metabolismo y regeneración están relacionados directamente con el tipo de alimentación.
Las deficiencias nutritivas debilitan la estructura del folículo piloso, causando roturas y un regeneramiento lento; dichos trastornos pueden ser corregidos con una dieta equilibrada, con vitaminas A, C, B, biotina, y minerales como cobre, hierro, zinc y cromo.
Alimentos con vitamina A
Hígado, yema de huevo, pescado azul, mantequilla y vegetales de color verde oscuro, amarillo, anaranjado o rojo
Alimentos con vitamina C
Leche, yogurt, pimientos, acerola, escaramujo, cítricos, kiwi, fresas, habas, papas, aguacate, soja, apio, guisantes, coles de Bruselas, coliflor, rábanos y casi todas las frutas en general.
Alimentos con vitamina B
Carne de ternera, de pollo, de cerdo, huevos, cereales, legumbres, nueces, setas y germen de trigo.
Cobre
Vísceras, mariscos, frutos secos, semillas, legumbres, cereales integrales, soja y cacao.
Hierro
Levadura de cerveza, algas marinas, cereales, legumbres, guisantes; frutos secos y semillas, como los higos secos, coco, cacahuetes, y pipas de girasol, remolacha y alfalfa germinada.
Zinc
Cereales integrales, frutos secos y semillas de calabaza y girasol, verduras como la cebolla, el ajo, perejil, las setas y las judías, legumbres, así como carnes, huevos, hígado, mariscos y té.
Cromo
Aceites vegetales, levadura de cerveza y cereales integrales como la cebada y el maíz, nueces, manzanas y verduras como la lechuga, las patatas, berros, setas, la cebolla y el brócoli, pechuga y muslo de pollo y mariscos.
Es importante ingerir al menos dos litros de agua diarios, para evitar la deshidratación y que las proteínas figuren en la dieta, ya que cualquier déficit vitamínico, mineral o proteico puede ocasionar debilidad, fragilidad y caída del cabello.