Ejercicios para profundizar este sentimiento
Primer ejercicio: al ir caminando te imaginas que tu amor sea como tu respiración, al inhalar sientes que recibes amor del Universo y al exhalar das amor a quienes te rodeen, es decir el amor entra y sale al ritmo de la respiración y siempre cuando saludes a alguien, siente dentro de ti tu energía, que fluye positivamente hacia esa persona. Al principio será solo imaginación, pero recuerda que la energía sigue a la imaginación; ésta canaliza la energía y la otra persona sentirá tu saludo con calidez. También siempre que mires a alguien, mírale a los ojos con amor y cuando camines ve esparciendo amor a tu alrededor y poco a poco irá surgiendo en tu interior un sentimiento de bienestar y las personas se sentirán a gusto al estar contigo.
Segundo ejercicio: vuélvete más y más amorosa con tu pareja, con tus padres, con tus hijos, amigos, compañeros de trabajo o estudio y siempre recuerda cuando estés con alguna de estas personas, que puede ser la última vez que la veas, por eso no desperdicies ese tiempo en trivialidades, no generes ni problemas, ni conflictos sin sentido; además sé amoroso con las plantas, animales y cosas, sentirás el amor de todos y cada uno de ellos.
Tercer ejercicio: durante una semana sé amorosa con todo lo que hagas, al comer, al realizar tu deporte favorito, al trabajar, al estudiar, al relacionarte con la gente, con tu entorno, porque lo sagrado está en todas partes, porque todo es sagrado.
La siguiente semana al sentir que todo es sagrado, te sentirás muy bien en tu mundo interno y en tu mundo externo, porque ambos mundos son sagrados.
Cuarto ejercicio: es una meditación para profundizar el amor entre parejas. Se sientan frente a frente, junten sus manos cruzándolas; durante dos minutos mírense a los ojos con mucho amor; luego los cierran suavemente por dos minutos y pídanse sinceramente perdón, por algo que hicieron o dijeron y que su pareja se halla sentido ofendida o agredida; al terminar ligeramente se aprietan las manos, abren sus ojos y se siguen mirando con mucho amor y ternura durante tres minutos y se prometen que se van a querer mucho más. Todo esto se efectúa mentalmente; por último véanse a los ojos sin pensar en nada, sólo miren lo más profundo a los ojos de su pareja, penetrando hasta su alma.
Instructor de yoga y meditación.
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