Noviazgos

Ay… el amor, el amor

ayelamorEscrito por: Evangelina Jiménez

Tienes un hueco en el estómago cuando ves a “aquella personita”, te late el corazón cuando te llega un mensaje al celular, te cambias múltiples veces de ropa cuando vas a salir a verla, checas el teléfono una y otra vez para revisar si no tienes nuevas llamadas, no se te vaya a pasar contestarle.

Ya le cancelaste a tus amigos para verla y ni siquiera habías hecho plan con ella, todo el tiempo estás de buenas, en vez de caminar flotas, notas que azul está el cielo, nunca lo habías visto así, el calor te encanta y más el frío porque sabes que invita a la proximidad. Saludas a personas que no conoces, tu sonrisa ya se instaló en tu cara sin planes de viaje, lloras pero sin dolor, le echas un ojo al abismo y tu mente te grita que te avientes, valdrá la pena la caída a falta de paracaídas, tarareas canciones que ni conoces, suspiras cada dos segundos, y el tráfico… ¡¿Cuál tráfico?!
Buscas canciones “ad-hoc” con su historia, qué importa quien las cante, le ves el lado positivo a la vida y te das cuenta que nunca habías estado más despierto, te sientes capaz de matar al dragón con una espada de plástico, ya hasta vas a escoger un equipo de fut.
En la cartelera ya no buscas películas de acción sino de romance, de esas de las que te burlabas con tus amigos antes de conocerla… Porque claro, creesAy el amor, el amor, indispensable, incontrolable, inesperado, inexplicable, fugaz, intenso, divertido, triste, te despierta y te canta para que duermas, te levanta y te fumiga, te sonríe cínicamente que te está pegando la madurez y ya prefieres una noche de cine con ella que una buena jarra con tus cuates y hasta estás considerando presentárselas pronto.
No crees que vayas rápido porque siendo sincero contigo mismo, te mueres de ganas de verla y de saber de ella cada que el reloj hace tic tac e intentas verle el lado positivo al compromiso, después de todo algún día te tenía que llegar…
Ay el amor, el amor, nos hace pensar que todo es posible, que podrías cambiar un foco sin electrocutarte, que no hay gente que quiera hacerle daño a otros, que la comida es más rica, que las distancias largas no lo son tanto, que el tiempo pasa sin que envejezcas.
Ay el amor, el amor nos hace sentirnos vivos, nos hace perder la razón, el piso, la conciencia, porque no, ¡hasta la cartera! total ¿quién los necesita?
Ay el amor, el amor, indispensable, incontrolable, inesperado, inexplicable, fugaz, intenso, divertido, triste, te despierta y te canta para que duermas, te levanta y te fumiga, te sonríe cínicamente.
Sí, el amor, el amor, sarcástica química nada terrenal que nos pasea solo por unos segundos… ¡pero en primera clase!
¿Ya vieron que precioso está el día hoy?

Escrito por: Evangelina Jiménez

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*