En este mundo globalizado, aprender un segundo idioma ha adquirido mucha importancia; siendo el inglés el que se elige más a menudo y el que algunas escuelas ofrecen primero dentro de su plan de estudios. Si nuestros hijos aprenden un segundo idioma esto les dará no sólo una ventaja competitiva en el futuro, sino que también puede beneficiar su autoestima y sus capacidades de aprendizaje en el momento presente.
Acercar a los niños desde temprana edad al aprendizaje de un segundo idioma, facilitará su adquisición. No cabe duda que los padres tienen mucha influencia en el aprendizaje de los niños, tanto a través del ejemplo como del impulso y la motivación que se les da. He aquí algunos consejos para ayudar a tus hijos con el inglés.
• Hazle preguntas sencillas en inglés, aunque te las responda en español, el solo saber que entiende lo que se le dice lo motivará.
• Ayúdalos a practicar, señala objetos o con gestos ayúdales a entender las palabras; cuando no recuerden una diles el inicio de ésta para que la recuerden.
• Construye frases; si bien es importante que el niño aprenda vocabulario, es importante que aprenda a construir frases completas, aunque sean sencillas.
• Cuando cometa algún error no se lo señales directamente, corrige formulando una respuesta que incluya la forma correcta de decirlo.
• Las canciones y los juegos son una buena herramienta para practicar. También pueden ver programas en inglés, pero es importante que estés a su lado para aclarar cualquier duda al momento. La interacción es clave en el aprendizaje de un nuevo idioma.
• No te preocupes si crees que tu inglés no es perfecto, lo más importante es darle confianza y fluidez a los niños.
• Si existe la posibilidad, una buena forma de ayudar a los niños a verse inmersos en el idioma es llevarlos de viaje a otro país.
• Motívalo a preguntarte si le surge cualquier duda con sus tareas.
• Sé paciente con tu niño y no te desesperes si le cuesta trabajo.
• No se trata de obsesionarse, debe ser un apoyo lúdico, los niños no lo deben sentir como una rutina o castigo; es necesario que se genere una actitud positiva hacia el aprendizaje del idioma y el aprendizaje debe darse de forma natural.
