Un artículo publicado recientemente en la revista Scientific American propone una nueva manera en la que se requiere poco esfuerzo pero una muy buena imaginación para adelgazar.
Y es que una investigación de la Universidad de Carnegie Mellon descubrió que las personas que se “imaginan” el acto de comer, al momento de tener los alimentos enfrente consumían alrededor de la mitad que los que no habían imaginado nada.
Sin embargo, el cómo se lo imaginen es determinante. Imaginarte comiendo como si una tercera persona te viera no funciona tan bien como si imaginas desde tu perspectiva.
Es necesario que el sujeto incluya en su “imaginario” el acto de servir la comida, el momento en que se le hace agua la boca, el tomarlos, la sensación en los dedos e incluso el sabor, consistencia y textura de dichos alimentos en la boca.
Podríamos probarlo con galletas, chocolates o dulces que se nos antojan tan fácilmente cuando los vemos. Si lo intentas me encantaría saber los resultados.
Escrito por: Nahiely Aquino