Se trata del hecho de las compensaciones y el excedernos sobre lo fácil que es compensar excesivamente el ejercicio que realizas sin estar consciente de esto, lo que puede comprometer tus intentos de perder peso si no tienes mucho cuidado.
Una de las formas más comunes de compensar es ingerir más calorías. Cuando comienzas a ejercitarte puedes comer más calorías que las que gastas. Algunas personas lo hacen porque tienen hambre y otras, simplemente porque sienten que merecen ser recompensados comiendo lo que se les antoje. Otra es descansar inmoderadamente. Si al terminar tu rutina de ejercicio reduces tu actividad normal, estás reduciendo el efecto de los ejercicios en tus metas para perder peso. Para obtener todos los beneficios que suponen el hacer ejercicio, pon mucha atención el resto del día a:
• Haz la dieta que te garantice que ingerirás todas las calorías que necesites para todo el día y para que puedas realizar satisfactoriamente tu rutina de ejercicios; nunca te sentirás hambriento.
• Mantén un diario de los ejercicios que realizas. Puedes registrar tus ejercicios y el progreso en ellos y darte cuenta de lo activo que estás en los días en que haces ejercicios. ¿Te dan ganas de tomar una siesta en vez de hacer tus actividades normales? Podrías necesitar esa siesta, pero debes estar consciente de que no quemarás tantas calorías como si realizaras tus actividades normales.
Es muy fácil creer que el ejercicio es la única actividad que debes realizar y olvidar todas las cosas que puedes hacer todos los días para quemar calorías y así llegar a tu peso deseado más rápidamente.
La clave principal está en incorporar pequeños cambios regularmente para mantenerte activo físicamente y realizar tu rutina de ejercicios de una manera esmerada así se obtendrá mejores resultados
Bueno no cae nada mal intentarlo; eso si, no olviden tomar mucha agua, por lo menos 2 litros al día, esto asegura que nuestro cuerpo este hidratado y se sienta renovado, ayuda a quemar grasas y liberar toxinas y no hace bajar de peso.
