Cuando queremos bajar de peso una de las primeras cosas en la lista es reducir nuestro consumo de carbohidratos, azúcares y grasas. Buscamos entre los anaqueles de la tienda aquellos productos que consumiremos para comer más sano o versiones Light de productos que habitualmente consumimos.
Muchas veces nos dejamos llevar por frases como “sin azúcar” “sólo 90 calorías” o “bajo en grasa” pero no nos detenemos a pensar en lo qué implica esto. Por ejemplo, los alimentos bajos en grasa tienden a estar cargados de cosas artificiales para evitar la grasa, que los hacen más ricos en calorías, por lo que el hecho de ser bajo en grasa no implica que puedas comer tanto como quieras.
Los alimentos libres de grasa tienen la tendencia a ser deficientes en vitaminas y minerales, esto es debido a que los procesos utilizados para eliminar la grasa a menudo tienden a deshacerse también de los nutrientes. Tampoco es conveniente eliminar los carbohidratos, pues es necesaria una cierta cantidad de estos ya al transformarse en glucosa brindan al cerebro energía. En lugar de eliminar cosas de nuestra dieta, lo importante es que sea una dieta sana y equilibrada.
Otra estrategia es seguir un límite específico de calorías de acuerdo a la estatura y el peso de la persona. Esto es poco efectivo ya que cada persona tiene un metabolismo diferente, por lo que no se puede determinar la cantidad de calorías necesaria para el organismo. Además muchas veces en el conteo de calorías no se considera que tan saludable es o no determinado alimento, sino si cumple o no con el rango de cosas que se pueden consumir.
Las dietas milagro son otra tentación para los que desean bajar de peso, “bajar 10 kilos en 20 días” es una promesa común, pero este tipo de dietas pueden ser peligrosas para la salud. Debemos recordar que lo importante no es sólo bajar de peso, sino hacerlo de forma saludable; y la mejor manera para lograrlo, es hacer ejercicio y comer saludablemente, no hay más, es el mejor truco que sí funciona.
