Bienestar

Basta ya

basta-yaSomos una maraña de problemas, un gran ataúd de secretos, un laberinto de emociones, una gran masa de pensamientos equivocados, somos novelas de costumbres sobrepuestas, somos puentes quebrantables, ánimos caídos, sollozos matutinos, tenemos madrugadas sanas y días interminables.

Sobamos cicatrices invisibles, permanentes, constantes bilis de corazonadas nos sorprenden a medio día. Somos un gran platillo de errores aderezado con las consecuencias de los actos mal pensados, malas decisiones intercambiables por días grises y manifestaciones de silencios, perdones enterrados y corazonadas mal dirigidas.

Cargamos llantos ajenos, problemas propios y los combinamos para pasar el fin de semana. Somos sentimentalmente ignorantes, egoístas y esperamos demasiado porque damos poco. Pestañeamos y esperamos la riqueza, platicamos para que se hagan realidad los vicios perennes, intranquilos. Nos acosa el destino y le cerramos la puerta, le tememos. Le tememos.

Incapaces de vestir el día con sonrisas insaciables y caricias eternas, polvos de todo y nadas de sol, necesitamos bañarnos en nosotros mismos, sabernos bien. Gateamos en el camino correcto, preferible a ganar un maratón por el incorrecto.

Basta ya de negativismos vacíos, de victimizaciones inservibles y quejumbres. Ánimo, levántate y deja de menospreciar lo que eres o lo que tienes, mírate, obsérvate bien; tienes lo necesario para salir adelante y lo fundamental: VIDA.

Deja de llorar, límpiate esas lágrimas que ni las vendes ni provecho les sacas, ya llenaste jarras enteras de líquido salado, ya dejaste el dolor ahí, ahora permite que se evapore. Tomarás con el tiempo lo que dejó la sal y tirarás polvos en tu nueva aventura, súbete a la moto de emociones positivas, despéinate y disfruta el camino hacia lo que no conoces. Permítete.

¿Llegaste tarde al trabajo? Pues levántate más temprano ¿Te sientes triste? ¿Por qué? Mientras el aire por tus pulmones te infle la panza hay forma de solucionar todo. Si estás con alguien que te lastima, crecerán tus heridas, te amargarás. Si compartes tus días con alguien a quien no amas, déjalo libre, porque no eres para él, no seas egoísta.

Si tu hijo se droga, acércate a él, dale amor. Si tu esposo te engaña, decide sabiamente porque las personas no cambian y los sentimientos se endurecen. Si tu esposa o esposo no puede tener hijos, recuerda que lo importante es que están juntos y que se aman; mientras eso permanezca lo demás puede faltar.

Si descubres que eres infeliz, percátate de que el reloj sigue con su labor y mientras sigas haciendo lo mismo el cambio permanecerá en la banca; entonces: ¡juega!

Admírate haciendo lo que haces porque tal vez muchas personas lo hagan, pero nadie lo hace como tú, porque eres una persona, una, no más, eres tú: tu ser, tu alma, tu circunstancia y el karma que te acompaña. ¡Aprovéchalos!

Agradece la señalización, aunque tarde, llegó. Tal vez sigamos temiendo nuestros temores y ansiaremos con fluidez nuestro destino. Respiramos el karma y masticamos nuestra circunstancia, nuestro hoy.

Valoremos, amemos y admiremos ese hoy porque es lo que inhalamos, es lo que tenemos. ¿Mañana?, sí va a llegar, pero lo único de lo que está lleno el día es de hoy y podemos sacarle 24 horas de jugo. Es momento de aprovecharlas al máximo. BASTA YA de mañanas pero, sobre todo, basta ya de mañanas sin hoy.

Escrito por: Evangelina Jiménez Olvera.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*