Escrito por: María Barcelona
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No pretendo dar clases de moralina a nadie. Pero quisiera prevenir a muchas mujeres, a muchas mamás, que el alcohol es una droga muy fuerte que, además de envalentonar hasta el grado de matar, también va a la alza su consumo. A la alza en adolescentes y en mujeres de todas las edades.
El alcohol, no por ser legal, es una droga benévola. De hecho, sus efectos son mucho peores que los efectos de drogas ilegales. Nos transforma mucho más. Perdemos la prudencia. Perdemos el control motriz. Perdemos todo atisbo de vergüenza. Todo ello tiene efectos no solo en el que toma sino en todos aquellos que estén a su alrededor.
Recordemos a un joven estudiante de derecho que al conducir alcoholizado prefirió huir del alcoholímetro y con ello arrolló y mató a un policía. Envalentonado por el alcohol, sus reflejos no pudieron ser más letales.
Incluso cuando se toma con poca frecuencia, lo más común es que se tome en exceso lo que eleva exponencialmente que se llegue a la violencia. Que se explote. La violencia intrafamiliar tienen en el alcohol a su aliado más común.
Un estudio realizado por el Instituto Mexicano de Psiquiatría comparó nuestro consumo con el de los estadounidenses. "En México, en términos generales, se observan dos formas de ingestión de alcohol: la primera se caracteriza por episodios agudos de gran consumo y es la más recurrente entre la población general; la ingestión aumenta sobre todo durante los fines de semana y en periodos de fiesta. La segunda forma se define por un consumo excesivo crónico, propio de los individuos alcohólicos. El consumo episódico agudo se ha relacionado más frecuentemente con los actos de violencia y los accidentes."
"Como era de esperarse, los problemas relacionados con la bebida fueron considerablemente mayores en México que en EUA; 25% de los bebedores, informaron haber experimentado cuatro o más problemas personales, mientras que esto se observó en sólo 4% de los bebedores estadounidenses."El alcohol es una droga muy fuerte que, además de envalentonar hasta el grado de matar, también va a la alza su consumo
La violencia (en casa o en las calles), la inseguridad en la vía pública están aliadas al consumo de alcohol. En México estamos perdiendo de vista que la droga con peores consecuencias está fuera de control. Niños, desde los 12 años ya han probado la bebida. Y como no va a ser así si aquí hay publicidad de alcohol por todas las calles. Si aquí cualquiera puede comprar alcohol. Los antros que deberían cerrar a las 3 a.m. están abiertos hasta que el último borracho quiera partir.
El punto es que como familia, sociedad y gobierno no estamos haciendo lo necesario para controlar la droga más violenta. La que más estragos hace. La que está más claramente asociada a la inseguridad pública.
En Bogotá, cuando decidieron cerrar los antros a al 1 a.m. los homicidios descendieron 40 por ciento.
El punto no es prohibir el alcohol, eso sería peor. El punto es que es una droga tan peligrosa debe controlarse con mucho mayor severidad. Cero publicidad. Es increíble los grandes espectaculares que rondan la ciudad cuyos mensajes invitan irremediablemente a ser otra persona gracias a la bebida. Recuerdo un espectacular de tequla donde una guapa mujer sostiene dos perros negros en cada mano.
Otro anuncio en el metrobus; un Capitán Morgan caricaturizado para llegar a los niños. Como le hizo Camel al caricaturizar a su camello… para atraer a los niños. Ahora mismo escuchamos en la radio y vemos los anuncios en las calles de una cerveza cuyo eslogan es : "La cosa es buscarle". Sí claro, hasta que se la encuentre como Cabañas.
En otros países no existe publicidad alguna de alcohol. Sólo se vende a mayores de 21 y los antros cierran a la 1.30 a.m. Aquí todo está fuera de control. Como la inseguridad pública.
Si queremos bajar la inseguridad, la violencia y los accidentes en la calle, estamos obligados a mejorar las medidas preventivas para bajar el consumo. Es necesario darnos cuenta que incluso si se toma de vez en cuando, se corre el mismo riesgo de envalentonarse y hacer alguna tontería. Adolescentes embarazadas, por ejemplo.
Siempre he pensado que si alguien quiere hacer lo que sea, que lo haga, está en su derecho. Siempre y cuando no afecte a terceros. A menos que sea un ermitaño solitario, el alcohol afecta en primer lugar a la familia, luego a la sociedad en general. Pleitos, riñas, accidentes y ofensas que dejan cicatrices para toda la vida.
No nos engañemos más. La peor droga es el alcohol y es hora de revertir su consumo, por la seguridad de todos tenemos que trabajar la prevención.
Escrito por: María Barcelona