Embarazo

Calendario de fertilidad

¿Estás buscando quedar embarazada? Tener una idea clara de los ciclos de tu cuerpo puede servir como guía para que lo logres. Aquí te decimos cómo hacerlo.

Cada mes nuestro cuerpo se prepara para albergar una nueva vida; pasamos por un proceso de cambios hormonales y transformaciones; aumentan los niveles de estrógeno y progesterona, el endometrio se engrosa y el útero se prepara para recibir un óvulo fecundado. En promedio el ciclo dura 28 días, pero lo cierto es que puede variar de mujer en mujer –desde 21 hasta 45 días– e incluso, ser diferente de un ciclo a otro debido a la influencia de diversos factores.

Entender cómo funciona nuestro ciclo nos puede ayudar a saber  el mejor momento para quedar embarazada. Existen varios métodos para el cálculo de los días fértiles y aquí te explicamos algunos para que decidas el que mejor te ayude a calcular tus días fértiles.

Método Ogino-Knaus

Este sencillo método consiste básicamente en restar 14 días de la fecha en que se espera que llegue la siguiente regla; se calcula que este día ocurriría la ovulación y, dado que el ovulo sólo puede sobrevivir unas 24 horas, las probabilidades de quedar embarazada son mayores en torno a estos días.

Sin embargo, esto presupone que la persona es regular y sus ciclos duran 28 días. Si tus ciclos no son así, la forma de calcular tus días fértiles es tomando en cuenta cuándo inició tu última menstruación y cuántos días dura tu ciclo menstrual. Normalmente la ovulación ocurrirá a la mitad del ciclo, con uno o dos días de diferencia; por lo que para saber qué día es más probable que ocurra sería necesario restar la mitad del número de días que dura tu ciclo a la fecha en la que se espera la siguiente regla. Uno o dos días antes del día de tu ovulación sería el mejor momento para quedar embarazada.

Método Billings

Para este método, la clave está en prestar atención a los cambios que se presentan en el moco cervical a lo largo del ciclo; dependiendo de la densidad y el color será posible determinar en qué momento del ciclo nos encontramos.

Los primeros días tras la menstruación hay mayor resequedad, el moco es escaso y muy denso; conforme se va acercando la ovulación se va haciendo más abundante, claro y elástico. Cuando estamos en los días de mayor fertilidad, hay una mayor sensación de lubricación y el moco tiene una tonalidad parecida a la de la clara del huevo crudo. Después de que ocurre la ovulación, regresa la sensación de resequedad; por lo que será necesario hacer un seguimiento constante para poder determinar cuándo son tus días más fértiles.

Método de temperatura basal

La temperatura basal se refiere al punto más bajo de temperatura que alcanza nuestro cuerpo al estar en completo reposo. Este método consiste en llevar un control de cuál es esa temperatura y para medirlo, es necesario que se tome tan pronto como despertamos, en ayunas y sin hacer ningún esfuerzo que pudiera alterar la medición.

Tras la menstruación, la temperatura de nuestro cuerpo baja y conforme se aproxima a la fecha de la ovulación, es cada vez menor. Una vez que ésta ocurre, la temperatura aumenta ligeramente y se mantiene así hasta el inicio de nuestra siguiente menstruación, cuando la temperatura comienza a descender.

Ninguno de estos métodos es infalible, pero pueden servir como guía para aumentar tus probabilidades de quedar embarazada. Los espermatozoides pueden sobrevivir dentro del útero hasta tres días, es por eso que se considera un lapso de dos a tres días en torno a la ovulación como los días más fértiles. Si se tienen relaciones uno o días antes de ovular, los espermatozoides pueden “esperar” a que haya un ovulo para fecundarlo.

Pero lo cierto es que hay muchos factores que entran en juego con respecto a la fertilidad, pues no se trata solo de que el momento sea idóneo, sino de que la salud de los futuros padres favorezca que se dé el embarazo. Algunas recomendaciones que te pueden ayudar son: dejar de fumar, dejar de tomar, tener una alimentación sana, evitar el estrés.

Si llevan rato buscando el embarazo y no se ha dado, quizá sea conveniente que acudan a un especialista para descartar que exista algún problema de infertilidad o, en su caso, buscar un tratamiento que les permita lograr su deseo de ser padres.

Escrito por: Elena Pedrozo

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