Bajar de peso - dietas

Causas de la adicción a la comida

La obesidad se ha convertido en la enfermedad de nuestro siglo. Año tras año los índices de obesidad alrededor del mundo aumentan y con ellos,  diversos problemas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Se sabe que los hábitos poco saludables han favorecido esta situación, pero hay algo más; la obesidad no es sólo una cuestión física, es también una cuestión emocional.

A la par de la obesidad y enfermedades relacionadas con esta, también han incrementado en nuestra sociedad los índices de estrés, ansiedad y depresión. El estilo de vida actual tan acelerado nos lleva a descuidar nuestra alimentación, pero además el constante estrés, la ansiedad y la depresión, tan propias de la sociedad en que vivimos, también pueden ser lo que esté provocando el aumento de la obesidad.

Comemos no solamente cuando tenemos hambre. A menudo, cuando no sabemos cómo lidiar con lo que sentimos, recurrimos a la comida como respuesta a nuestras emociones. De tal forma que no nos resulta extraña aquella típica escena de la mujer atascándose de helados, chocolates y comida chatarra tras una ruptura amorosa. Los alimentos tienen efectos en nuestro cerebro y es fácil dejarse llevar por lo “bien” que nos hacen sentir. Sin embargo, sólo estamos ocultando el problema en lugar de enfrentarlo.

El abuso de la comida, puede llevar a una adicción. Y el problema es que dado que comer es algo normal y necesario para nuestra subsistencia,  resulta difícil darse cuenta cuando estamos cayendo en la adicción. En muchos casos resulta bastante difícil hacer un cambio de hábitos, pues los efectos de la comida en nuestro cerebro pueden ser tan adictivos como lo son la adicción a las drogas, al alcohol, el cigarro o al juego. Pero a diferencia de estas adicciones, el adicto a la comida no puede intentar alejarse del estímulo para combatir su adicción sencillamente porque no se puede dejar de comer.

La adicción a la comida encubre otros problemas, no existe una causa única. Puede ser depresión, falta de autoestima, ansiedad, estrés o un sinfín de causas. Lo importante es detectar que se está recurriendo a la comida para no prestar atención a lo que hay detrás. Para enfrentar la obesidad, sería conveniente que además de fijarnos en qué comemos, nos cuestionáramos sobre las razones por las que lo hacemos; darnos cuenta si en verdad lo hacemos por satisfacer el hambre o si son los factores emocionales los que están llevando la comida a nuestra boca.

Algunos de los síntomas de las personas adictas a la comida son:

  • Comer en secreto. Vinculado al sentimiento de culpa, es común que las personas con adicción oculten o mientan sobre lo que comen.
  • Aunque que la persona se sienta satisfecha, simplemente le cuesta mucho trabajo dejar de comer. A menudo, por más que la persona intente, resulta difícil contenerse de comer en exceso.
  • Pensar constantemente en la comida y sentirse culpable por la forma en que se come.
  • Es posible que las personas comiencen una dieta, pero llegado a un punto les resulta difícil continuarla y vuelven a comer excesivamente. Después comienzan nuevamente el ciclo tras sentirse culpables.
  • Otro ciclo que se repite es comer porque se sienten deprimidos y deprimirse por la forma en que comen.
  • Ansiedad, irritabilidad y otros síntomas de abstinencia cuando al reducir el consumo de ciertos alimentos.
  • Comer cuando se siente ansiedad, nerviosismo o depresión. También “no tener nada que hacer” puede llevarlos a la cocina o a comprar algún snack.
  • En general, las personas con adicción a la comida suelen buscar alimentos grasosos o con una gran cantidad de azúcar, pues estos alimentos son los que suelen tener un mayor efecto “adictivo” en nuestro cerebro, debido a la producción de dopamina.
  • Cada vez comen más pues el placer de la comida no dura lo suficiente.
  • Suelen ser personas con problemas de autoestima.

Para combatir el sobrepeso y la obesidad una de las primeras cosas que debemos hacer es detectar las causas detrás de nuestra alimentación; saber si comemos por hambre o por emoción, es el primer paso para aprender a tener una relación más sana con la comida.  Si es necesario, buscar el apoyo de un profesional que nos ayude a resolver aquellos problemas emocionales que hemos querido cubrir con la comida.

Escrito por: Elena Pedrozo

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*