Bienestar

Cómo afrontar un complejo

como-afrontar-un-complejoUn complejo se define como una percepción distorsionada sobre un aspecto o característica sobre uno mismo, vinculado a un sentimiento negativo, a menudo exagerado. Las personas pueden padecer complejos por ser muy bajitos, muy gorditos, por ser rubios, entre otras cosas. El problema llega cuando estos sentimientos afectan el autoestima y la calidad de vida del individuo de manera considerable.

El camino para solucionarlo proviene de dentro, pues en gran parte de los casos no es posible eliminar la característica que origina el complejo. Cuando lo es, a menudo tampoco se soluciona el problema, puesto que la persona tiene que resolver sus conflictos interiores para aceptarse como es. De lo contrario, podrá eliminar un complejo, pero casi invariablemente, enseguida se encontrará otro.

Tipos de complejos

Existen definiciones en el ámbito académico y de la investigación, con características específicas y tratamientos recomendados para cada tipo de complejo. Dos de ellos engloban gran parte de los casos.

Complejo de superioridad: Es cuando la persona tiene un sentimiento (a menudo infundado) de que es superior a otros en algún sentido: más inteligente, más fuerte, más atractiva, etc. Algunos complejos relacionados con esto son el complejo de Dios, el complejo de Mesías, el complejo de super héroe, entre otros. 

Complejo de inferioridad: Es cuando el individuo siente que todos están por encima de sus habilidades, capacidades y características. Como que se queda "corto" de alguna manera, comparando con los demás. Uno de los más comunes es el complejo de Napoleón (para los hombres que son muy bajitos).Este es, a menudo, el que más afecta el autoestima de la persona e interfiere con su vida.

Es interesante añadir que, muchas veces, ambos complejos van de la mano, en el sentido de que quien se siente superior, el trasfondo de dicho comportamiento y de sus creencias es, en realidad, un complejo de inferioridad muy profundo. En su fuero interno se siente "poco", y desarrolla el complejo de superioridad como un mecanismo de defensa.

Cómo afrontarlo

La respuesta es muy sencilla, basta con aceptarte como eres. No se trata de que te auto engañes y pretendas que no tienes una característica que te disgusta. Es más bien una suerte de reconciliación contigo mismo, de ver el lado positivo y de ser optimista. Aquí algunos tips para ello:

Entiende la verdadera causa. Un viaje a tu memoria y tu interior es la mejor estrategia. ¿Desde cuándo empezaste a tener este complejo? Tal vez algún evento de tu pasado fue el que lo provocó. Como por ejemplo, muchos hombres desarrollan un complejo por ser bajitos cuando no pueden sobresalir en los deportes y son los últimos que eligen para los equipos. O tal vez te dijeron que todas las rubias son tontas en la secundaria porque reprobaste un examen. Son detalles tan simples los que pueden generar un complejo tan grande. Comprender de dónde proviene y cómo se desarrolló es el primer paso para trabajar en él y quitarlo de tu vida.

Haz una lista de ventajas. Muchos de los complejos que desarrollamos como personas suelen tener aunque sea un lado positivo. Pregúntenle a Lionel Messi si el ser bajito no fue lo que lo llevó a la cima del fútbol mundial (es más ligero y por lo tanto más rápido con el balón). Seguramente eso que te disgusta en algún momento te ha servido de algo. Yo por ejemplo padezco de ojeras. Las detesto, pero cuando quiero fingir un desvelo es más fácil, y también me ahorra el maquillaje morado en las fiestas de disfraces o de zombies. No se trata de que de pronto descubras que eso que odias es lo mejor que te ha pasado. Es el ejercicio de buscar y encontrarle algo bueno lo que tiene un efecto positivo en tu autoestima y bienestar emocional. 

Evita comparaciones. Esto es probablemente lo más difícil, sobretodo si el complejo es algo que ya tiene mucho tiempo contigo. Es difícil que dejes de notar que las chicas altas y delgadas atraen miradas en la calle, o que las personas con ingenio y sentido del humor tienen más amigos, o que a esa persona especial le gustan las morenas y no las rubias. Una estrategia que funciona aquí es concentrarte en un aspecto positivo de tu persona como el tener una sonrisa reluciente, o el ser muy inteligente, o ser muy amable, etc. Cuando te surja el impulso de compararte, piensa en este aspecto. Tal vez esa chica sea más alta que tú, pero fuma y tiene los dientes sucios cuando tú tienes una bella sonrisa. Aquí lo importante tampoco es engañarte, sino hacer el ejercicio, para que poco a poco vayas descubriendo todo lo bueno que hay en ti, pero sobre todo, para que te des cuenta de que los demás también tienen muchos defectos (y seguramente también complejos).

Trabaja en tu autoestima. Busca actividades que te enriquezcan, que te hagan sentir mejor contigo misma. El cuidar tu cuerpo haciendo ejercicio, por ejemplo, es una estrategia muy eficaz para esto. Cultívate, lee, ve películas o aprende algo nuevo. Si tu problema es muy severo y crees que nada de esto te funciona, tal vez deberías buscar ayuda profesional. Aquí en Confesiones de Sofía tenemos un consultorio emocional gratuito donde te pueden orientar.

Escrito por: Nahiely Aquino

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