Escrito por: Eli Davidson*
¿Por qué eres tan dura contigo misma? En las últimas semanas he estado explorando esto.
¿Qué puedo hacer al respecto? Mucho.
Lo opuesto a perfeccionitis es lo que los investigadores llaman “esfuerzos saludables” Los estudios demuestran que aquellos que se esfuerzan de forma saludable, establecen metas realistas que son el paso siguiente natural de donde se encuentran ahora. ¡Tú también puedes! Ve hacia delante, se trata de trabajar de forma más inteligente, no trabajar más fuerte.
No sólo eso. Te conoces a ti misma a medida que completas cada paso del camino. Lo que añade mucho refuerzo positivo. Entre más a menudo declares algo hecho, y bien hecho, construyes más tu propia imagen como alguien comprensiva y exitosa. Y se siente muy bien. En lugar de recompensarte sólo cuando alcanzas los resultados esperados, disfrutas el placer del viaje.
Deja de decirte “debería ser”
Esforzarse saludablemente va con tener una saludable autoestima. Y cuando tu autoestima está viva y bien, tiendes a vivir de adentro para afuera. Como dice mi amiga Kathryn Allen “escoges un juego que puedas ganar”. Vas por las cosas que tienen jugo para ti adentro y son alcanzables por fuera. Pones atención a la inteligencia dentro de ti. Dejas ir los “debería” y permites a los sueños de tu corazón hablar. Cuando lo haces, solamente te ayudas a ti. Pero, o milagro de milagros, cortas esa parte floja de ti y otros también lo hacen.
Alegría puede explicar la diferencia entre un Cadillac y un Camry
¿Suena como el perfecto estilo de vida? ¿Te estás abatiendo porque estos párrafos no parecen describirte? Cuidado. La perfeccionitis puede estar afectando la forma en que lees esto. Es fácil ser perfeccionista acerca de no tener perfeccionitis. Pero hay un antídoto. Sigue leyendo.
La buena noticia es que nadie está sin mancha. Hasta donde yo sé, no existe una sola persona en el mundo que sea perfecta. Todos tienen granos o celulitis, o ambos. Todos se enojan y se decepcionan. No existe una persona que no tenga alguna peculiaridad extraña o un secreto que probablemente preferirían guardarse para si mismos. ¡Aleluya! Esas vulnerabilidades hacen a cada uno de nosotros únicos e incluso más encantadores.
No existen las personas perfectas.
¿Quién querría vivir en un mundo de “Las Mujeres Perfectas”? Yo no. Entonces, ¿por qué no te das un pequeño descanso hoy? Deja cualquier cosa que no sea tan buena como quisieras que fuera, estar bien. Tómate unos minutos para dejarte simplemente ser. Tal y como eres. Sueña en grande. Después traza y establece pasos razonables para lograrlo.
Tratamiento: El juego para obtener una vida
Ahora es tiempo del plan para deshacerte de tu perfeccionitis.
Elige una o dos de las siguientes recomendaciones. Hazlo por tres días y ve disminuir tu perfeccionitis.
Por favor, no trates de hacer esto perfecto… pequeños pasos son el mejor camino al éxito.
1. Céntrate. Toma tres respiraciones profundas de sensibilidad. Exhala tres respiraciones de fatiga.
2. Pregúntate qué es lo más importante.
3. Establece la intención de ser amable contigo y aceptarte.
4. Simplemente di no. Revisa lo que tienes en tu horario. Escribe lo que tienes planeado hacer hoy. ¿Cuánto tiempo has marcado para cada cosa? Ponle el doble. Las cosas toman más tiempo de lo que piensas. ¿Qué cosas de tu lista necesitan ser removidas? Di no a esas tareas. El doctor Andrew Jacobs, uno de los más importantes psicólogos de deportes de Estados Unidos, ha ayudado a muchos campeones a cultivar la mentalidad que los hizo ganadores. El sugiere a sus clientes “Aprende a decir no. Aprende a dejar ir”
5. Sé realista. Eso no es todo, ¿dónde está TU tiempo? Si tú no te das tiempo para ti ¿quién lo va a hacer? Date al menos descansos de 15 minutos y asegúrate de cumplirlos.
6. Sé realmente realista. Checa tu lista de “cosas por hacer” ¿Son tus metas realistas? ¿O necesitarías clonarte para tener todo hecho? Toma un consejo de mi amigo David Allen. Haz una lista de “tal vez algún día” de aquellas cosas que te gustaría obtener pero que en el momento no puedes. Revisa tu lista de “tal vez algún día” una vez por semana para ver si las cosas han cambiado.
7. Sé de verdad, realmente realista. Deja de ser el llanero solitario. Agarra el teléfono y pide ayuda o consejo. Probablemente tengas un amigo que sea muy bueno en alguna área que no sea tu mejor.
8. Mantente realista. Compartir apoyo es una clara señal de estar recobrándose de la perfeccionitis. No hay nada como acercarte a alguien para que te ayude a ser realista. Tener un compañero te ayudará a mantenerte en tu compromiso de cuidar de ti mientras estableces metas más reales.
9. Elogios y premios. Felicítate a menudo. Aun por aquellas pequeñas cosas tontas. “¡Oh! Que gran trabajo hice hoy limpiándome los dientes” “Genial, es una excelente comida la que hice para el gato” Entre más te elogies, menos sentirás que debes buscar el elogio de los otros.
10. Agradécete. Por tomar la fabulosa decisión de recuperar tu vida.
*Eli Davidson es columnista de The Huffington Post, oradora motivacional y autora del libro "Funky to Fabulous"
